sábado, 13 de noviembre de 2010

EL SOL EN EL RÍO

El sol en Heliópolis es uno de los escasos bienes públicos que disfruta todo el mundo, sin que ningún político pueda atribuirse el mérito de su presencia, otra cosa es que haya controversias sobre su origen. Cuando sucede a una borrasca destructiva, el sol es también un signo de la esperanza y la continuidad en el vivir.

(...)
Un tanto saturado por las noticias dolorosas que da la prensa, he buscado alivio en un paseo al sol junto al lecho seco del antiguo río. Helechos y palmeras, abetos y cipreses, adelfas y rosales, se benefician, junto a los paseantes, de la caricia del sol otoñal.

Un niño de menos de dos años expresa su inagotable capacidad para el asombro descubriendo cada novedad de su entorno, y me mueve a pensar, ¿Como es posible que un ser infantil de esa naturaleza inquisitiva, con una curiosidad inagotable, degenere, con frecuencia, en un adulto vulnerable a los tópicos y las manipulaciones, y pierda la capacidad de descubrir el mundo por si mismo.?

Conciencia y sensibilidad son atributos del espíritu que, a menudo, la hipercomunicación de las sociedades actuales convierten en trampas por donde se cuela el peso de la desgracia universal que cae sobre nuestras espaldas incapaces de
soportar tamaña carga.

¿Como no conmovernos ante la desgracia del pueblo saharaui que golpea nuestros ojos y nuestros oídos ahora cada día? Al mismo tiempo, ¿Como resistir las manipulaciones
que hacen del uso torticero, interesado, de una realidad sangrante, un argumento en favor de unos o de otros?.

Causa una cierta fatiga la necesidad de acercarse a la realidad contada cada día, pues no vivimos solos y las cosas de fuera nos conciernen, aunque unos se sientan mas concernidos que otros, pero hay momentos en los que, para no perder la percepción de la realidad por un exceso de información, hay que salir a tomar el sol
al río, buscar sensaciones que nos reconcilien con los aspectos mas elementales del vivir.

Disfrutar el sol que calienta helechos y palmeras, abetos y cipreses, adelfas y rosales, observar la capacidad de asombro de un niño, tal vez nos haga mas conscientes de que podemos desprendernos de la vulnerabilidad del adulto para ser
víctima de tópicos y manipulaciones, recuperar la capacidad para interpretar el
mundo por uno mismo.

Ese simple ejercicio, puede ser una forma de resistencia contra los manipuladores, los falaces, los que, si pudieran, se atribuirían el mérito de que el sol salga cada día.

En fin. El Sol en el río.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 13-11-10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios