lunes, 1 de noviembre de 2010

RAJOY, RAJOY......

Rajoy ha perdido tantas elecciones y permanece tanto tiempo en la vida pública que es normal que la empatía con los perdedores se imponga sobre las diferencias ideológicas. Muchos de los que jamás le votaremos le acompañariamos con gusto a pasar una tarde de pesca en la ría, llevando la cesta con la empanada gallega, mientras Mariano despliega la lanzadora y espera pacientemente a que piquen los rodaballos leyendo la lista de los Registros de la Propiedad vacantes para cuando pierda la siguiente elección.

Ya se que esta imagen bucólica de perdedor de Mariano es contradictoria con lo que van diciendo las encuestas, pero es la que a mi me sugiere su prolongada presencia en la pantalla de televisión, en las páginas de opinión de los periódicos, sin que nunca le haya visto presidir un gobierno, aunque si fingir que era ministro del Interior con Aznar.

Es lo que tiene una prolongada exposición a la opinión pública, que eres el blanco de todas las miradas y hagas lo que hagas, y digas lo que digas, muchos se te tiran al degüello, solo porque estás ahí. Es lo que ocurre estos días con la famosa entrevista trampa del director de 'El País' a Rajoy, que está haciendo correr ríos de tinta.

Cuando Rajoy mostraba su lado mas discreto, flotando en la ambigüedad que caracteriza su perfil público, todos se metían con el, que si no se pronuncia, que nunca dice nada, que nunca concreta ni da detalles del programa político de su partido, y ahora que abraza públicamente la fé de Cameron, el verdugo inglés, se arma un revuelo de aquí te espero porque, por fin, Rajoy ha dicho algo, pero en medio de las contradicciones y confusiones de su discurso, la izquierda ve un programa oculto.

¿En que quedamos?. Mal si no hablo. Peor si hablo. Con todo este ruido de las declaraciones de Rajoy se nos escapa algo mucho mas significativo que ha salido de la boca de Arenas Bocanegra, que por algo se llama así. Ha dicho que su partido, el Partido Popular, es el mas auténtico. No he oído a nadie hacer la interpretación de semejante declaración que me parece muy preocupante, ocupados como están todos con el lío de Rajoy.

Una mirada al arco de los partidos políticos, parlamentarios y extraparlamentarios, permite descubrir que esa bandera política de la autenticidad la enarbola aquí la Falange Auténtica, de modo que tal vez lo dicho por Arenas es un aviso de que su formación es la mas cercana a los objetivos de la extrema derecha.

En la realidad de los hechos el Partido Popular ya demostró que, además de auténtico, es un partido peligroso, capaz de meternos en una guerra para que su señorito saliera en todos los telediarios con los pies encima de la mesa de Bush, niño.

Si el señorito indicó con su dedo regio a Rajoy para sucederle porque lo veía como un perdedor y por tanto así se aseguraba el dominio de su partido por persona interpuesta, es algo que corresponde al ámbito de la política ficción, pero tampoco puede descartarse que tenga algo de verdad, aunque sería cruel, tan cruel como que sus propios correligionarios llamen a Rajoy baboso, solo porque excreta algo mas de saliva, pero ya dijo Churchill, o quien fuera, que de todos los enemigos políticos de quienes mas hay que cuidarse es de los compañeros de escaño.

Mantengo, de un modo tozudo, la opinión de que a los políticos, a sus partidos, hay que juzgarlos sobre todo por sus actitudes y sus hechos, mas que por sus discursos. A mi, la verdad, no me escandaliza nada lo que Rajoy diga o deje de decir sobre Cameron, lo que me acojona es que pueda llegar al poder un partido que demostró claramente de lo que era capaz en la última legislatura del gobierno de Aznar.

Busquen en las hemerotecas, no hace tanto tiempo, y verán que lo de Cameron, con ser
amenazante para las clases populares, no alcanza, ni de lejos, la peligrosidad social
de las actuaciones del Partido Popular cuando tuvo mayoría absoluta para imponerlas.
Si la autenticidad que reivindica Arenas es una vuelta a ese pasado, podemos empezar a pensar en emigrar.

Nada de esto es contradictorio con la percepción sentimental de la entrañable figura de Rajoy, con quien muchos irían a pescar a la ría, llevando en la cesta la empanada gallega para la merienda. Los perdedores son así, inspiran empatía.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 1-11-10.

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