Por fin, después de muchas dudas, ayer me acerqué al Aula de Teatro, donde al parecer he sido admitido como aprendiz de cómico trágico, (luego, tal vez me echarán). Me pareció excitante. Comenzamos con unos estiramientos, ejercicios respiratorios (algo dificultosos para los fumadores) y unas modulaciones de la voz. Luego hicimos algunas improvisaciones, interpretamos en grupo un fragmento zarzuelero de Chueca, con el fondo de la voz de Miguel Ligero, y un compañero recitó el fragmento de un texto en portugués, luego su traducción al castellano. Quedé emplazado para largar, el próximo día, un breve discurso de presentación. Creo que podría ser algo así (....)
"Me llamo Enrique (pausa) Añadiré que se como me llamo, pero no se quien soy (pausa). No saber quién eres puede ser una ventaja para ser (pausa)
cualquiera (pausa) sobre el escenario (pausa) pero puede ser un problema para la vida diaria (pausa). Miren lo que le pasó a Bela Lugosi, aquel actor que, de tanto interpretar a Drácula, acabo sus días creyendo ser un vampiro y durmiendo en un ataud.
El teatro me ha parecido, después de la intensa experiencia que viví el otro día con vosotros, no solo un medio de expresión artística, sino algo curativo, sanador, liberador, en la medida en que puede ayudar a redescubrir las emociones propias arrebatadas por el viento del tiempo y de la vida. Nos puede enseñar a ser otros, pero conviene serlo solo en el escenario, para cuidar la propia salud.
Me han dicho que recite un fragmento de algún poema, pero, cediendo a la indisciplina, pondré mi voz a unas líneas escritas por Alejandro Casona para un personaje femenino de 'La Dama del Alba', aunque, como se trata de un texto trágico, no lo diré imitando a una mujer, porque la tragedia no tiene sexo.
'También yo quisiera adornarme de rosas como las campesinas, jugar entre niños felices y tener un hombre hermoso a quien amar (pausa) pero cuando voy a cortar las rosas (pausa) todo el jardín se me hiela (pausa) al abrazar a los niños, tengo que volver la vista a un lado (pausa) para que no se me queden yertos al mirarlos...
Comprendéis, ahora, lo amargo de mi destino (pausa) Estar condenada a matar siempre, siempre (pausa) sin poder nunca morir'
Bien, ahora, dicho este breve texto, os pregunto, a todos, y a todas, si es la mujer quien da la vida, ¿porqué la representación de la muerte es siempre una mujer?
La respuesta personal, individual y silenciosa a esta pregunta es lo que da sentido a mi discurso. Muchas Gracias."
Y, ¿donde pongo yo esto?, no es un artículo, no es un relato. Abriré una nueva sección en el blog, 'Teatro', creo que a partir de ahora puede dar mucho juego.
En fin. Teatro. Lo mío es puro teatro.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 4-11-10.
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