lunes, 7 de febrero de 2011

CÉLINE

Céline escribió una de las mas grandes novelas del siglo XX, 'Viaje al fin de la noche', lo digo porque la he leído un par de veces, y es uno de esos libros que dejan huella. A mi me influyó hasta el punto de que, desde entonces, he incorporado algunos giros suyos en mi escritura.

Que un escritor de la talla de Céline haya sido propuesto para un homenaje a su obra literaria este año por el gobierno francés, y se haya renunciado a su celebración por las presiones que invocaban su antisemitismo militante, (Wikipedia) da una idea de hasta que punto la vida y la obra de un escritor discurren por caminos separados.

La visión oscura de Céline de los hombres y del mundo es manifiesta en su novela citada, y a mi me recuerda la de Conrad, 'El Corazón de las tinieblas', pero Céline, además, estuvo condenado a muerte por su colaboracionismo con los nazis, y luego llegó a ser declarado, nada menos, que 'desgracia nacional'. esto si que es fuerte, no?. O sea, que mucha gente lo habrá considerado un hijo de puta, pero eso no altera lo mas mínimo, el carácter de excelencia de su obra literaria.

Céline tuvo la desgracia de ser herido en la Primera Guerra Mundial, y eso le dejó secuelas para siempre, por eso no sorprende el carácter ácido y sarcástico de su escritura, pero ese rasgo de su literatura, al ir acompañado de la excelencia estilística, excede, con mucho, la pura mala leche sin talento que caracteriza a otros que han recibido esas u otras heridas y las vuelcan al escribir.

Seguro que el censo de escritores está lleno de buenas personas, con una obra mediocre, cuyo prestigio social supera, de lejos, el valor literario de su obra.
El prestigio social de los escritores en España, ha transitado por diferentes fases.
Los mas grandes, nunca se vieron reconocidos en vida, sin embargo su obra ha alcanzado después una estima universal. Es el caso de Joanot Martorell, o de Cervantes.

Por otro lado, hubo una etapa histórica, la de la dictadura franquista, en la que la censura y el exilio nos privaron de muchas lecturas de autores españoles. El atraso secular de un país ágrafo como era el nuestro hasta bien entrado el siglo pasado, hizo que el prestigio social de los escritores acompañara la condición elitista de
su dedicación.

Por mi edad, me inicié en la literatura, dado el erial editorial que entonces dominaba el panorama literario, con las traducciones de autores extranjeros. Me quedó de aquella época un gusto por los narradores anglo sajones, y luego he seguido leyéndolos, Joyce, Scott Fitzgerald, Hemingway, Miller, Chandler, Bach, Salinger, Burguess, Green, T.S.Eliott, Tom Wolf y Capote, Conrad; por los franceses, Balzac, Flaubert,Proust, Céline, por algún ruso, Bulgakov, además de la literatura latinoamericana, Carpentier, García Márquez, Borges --un escritor con una obra publicada mínima, y con un máximo reconocimiento universal-- o Álvaro Mutis, y alguna incursión por autores egipcios, magrebíes, alemanes, suecos, portugueses.

Esa forma de iniciación en la lectura hizo que leyera menos a los escritores españoles contemporáneos, me dedique mas a los clásicos y a los poetas, por eso no tengo formada una opinión sobre la literatura española contemporánea, aparte de Eduardo Guzmán y alguno mas, pero tengo la sensación de que abundan mas los esritores de un solo libro bueno, como El Jinete Polaco, de Muñóz Molina, que los de una obra completa y prolongada.

El prestigio social de los escritores españoles, desde el momento histórico en el que el pais deja de ser analfabeto, entra en declive, pues se pierde el carácter elitista del ejercicio de la escritura. A partir de ese momento, el aprecio social por el escritor se sustituye por premios editoriales con campañas promocionales orientadas a autores muchas veces procedentes del periodismo escrito, cuando no de la televisión o la radio. Gentes que están en el día a día de la información y que, de vez en cuando, producen una novela.

Mi gusto por los autores anglo sajones sigue dominando mis preferencias, hasta el punto de que cuando leo la página de Javier Marías en El País Semanal, tengo la sensación de leer a un inglés que escribe en castellano.

En la lista del párrafo octavo de esta entrada, hay autores como Céline, o Conrad, que ofrecen una visión notablemente oscura de los hombres y del mundo, Otros, por el contrario, como Bach, lo ven como un lugar luminoso, casi místico. Algunos, como Salinger, han huído como de la peste del reconocimiento social. Otros, como Capote, lo han buscado hasta la desesperación. Todos tienen algo en común, su obra sigue, mas o menos, viva.

Me pregunto cuantos de los autores españoles contemporáneos, los que gozaban de un amplio reconocimiento social cuando este era un país analfabeto, o los que han salido de las filas del periodismo y han recibido una promoción apresurada de las editoriales para una novela puntual, podrán decir que su obra sigue viva dentro de algunos años. Seguramente, algunos, si. A los demás, les acompaño en el sentimiento.

En fin. Céline.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-02-11.

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