Mi segundo hijo es uno de esos jóvenes que ha crecido en un ambiente de interés creciente por la buena comida y los buenos vinos. Ayer tuvimos la fortuna de que nos invitara a comer a su casa, una mas bien exigua vivienda situada en una popular calle del barrio del Cabanyal, que el ha aprovechado muy bien al convertirla en un loft de techos altos con vigas de madera, con una escalera para subir a la planta superior algo peligrosa, pero los riesgos de la visita bien han valido la pena, para disfrutar de su habilidad como cocinero y su tendencia a la exigencia al elegir las materias primas.
(...)
Su afición por la gastronomía ha determinado que haya ubicado la cocina y la barra que la acompaña, junto con los demás equipos, frigorífico, lavavajillas, micro ondas, horno, todos ellos integrados en un armario panel que le da una funcional unidad al conjunto, en el lugar central de la casa, relegando su lugar de trabajo, el ordenador y esas cosas, a una pasarela superior sostenida con vigas en el nivel alto donde se encuentra la zona de descanso.
Se lo ha currado mucho y ayer llegó el día en que nos mostró el resultado de su trabajo, aún inconcluso, pero que nos permitió una primera inauguración del local, con paella y todo, como dicen que hace Rita Barberá con sus logros municipales, sin descartar que lo volvamos a inaugurar alguna otra vez.
Las entradas del menú de inauguración consistieron en unas barritas de boletus empanadas, un revuelto de hongos con huevos cuajados en su punto justo, una tapa de pulpo seco con aceite, y una ensalada de hojas de roble, zanahorias menudas, lechuga iceberg y pipas de girasol, adobada con vinagre de champán y aceite de oliva extraído de la primera prensada en frío, sin filtrar. (Todo esto me lo explicó el cocinero, yo no tenía ni idea de que existiera tal aceite)
Lo mejor fue la fideuá. Yo no había probado ninguna con raya y alcachofas, además de las consabidas gambas, de muy buen tamaño y color. Lo cierto es que esa paella de fideos, de un calibre mínimo, de ese que, una vez cocinada la paella, los fideos se queden tiesos en una posición algo agresiva, apuntando al comensal, realizada con el caldo de un montón de morralla comprada en el mercado del Cabanyal, resultó excelente, aunque el cava que bebimos para acompañarla creo que no nos sentó demasiado bien.
Todo el mundo sabe hacer la paella de fideos, aunque no se suele hacer con raya y alcachofas, así que solo diré que se sofríen las alcachofas y el pescado troceado, el marisco, con ajos enteros, perejil, un poco de tomate, si se quiere, y un poco de pimentón. Al cocinero le gusta sofreír también los fideos, antes de añadir el caldo de pescado, elaborado previamente, el doble de caldo que de fideos. Concluida esa parte, diez minutos de cocción suelen ser suficientes.
Un poco mareados por la cerveza del aperitivo y el cava de la comida decidimos dar una vuelta por el puerto y allí el viento marinero nos despejó de la modorra. Llegamos en unos minutos. Ventajas de tener casa en el Cabanyal. En el restaurante que cabalga el antiguo paseo del faro tomamos café y disfrutamos de la amplia vista que ofrece la costa desde la Malvarrosa hasta la Pobla de Farnals. La atmósfera traslúcida de la tarde de ayer, favorecida por el viento de poniente, permitía
vislumbrar la costa saguntina.
Una grata experiencia la de la paella de fideos con raya y alcachofas; las barritas de boletus empanadas, el revuelto de hongos con el huevo cuajado al punto, el pulpo seco con aceite, la ensalada aliñada con tan singular aceite, y todo lo demás.
Estamos pensando en fijar ya la fecha de la siguiente inauguración, pero tenemos que darle tiempo al anfitrión para que termine su curro y el amueblamiento de la casa, porque creo que, de momento, duerme en un sillón.
--Ingredientes para cuatro personas:
-Dos alcachofas troceadas en cuartos.
-1/2 kilo de raya fresca, troceada
-Cuatro gambas rayadas, frescas, de buen tamaño.
-Tres dientes de ajo enteros
-Un ramito de perejil, picado
-Media cucharada de postre de Pimentón dulce
-Una cucharada de tomate triturado
-Fideos finos (100 gr. por persona)
-Caldo de pescado (el doble de la medida de los fideos)
En fin. Paella de fideos con raya y alcachofas.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)
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