viernes, 4 de febrero de 2011

EL BANQUETE

Las audiencias televisivas están entretenidas con una noticia insólita. Insólita porque todavía faltan meses para que se produzca y las televisiones generalistas, y las otras, le están dedicando un espacio de primera plana. Se trata del encuentro de fútbol entre el Barça y el Real Madrid, que, al parecer, se celebrará en Abril para disputar la final de la Copa del Rey.

Que el Rey sea un señor aficionado a las Copas, la verdad, da que pensar, en un país cuyo gobierno es tan intolerante con el uso del tabaco en los espacios públicos. Da la sensación de que nuestra monarquía parlamentaria es mas tolerante que nuestras autoridades ministeriales.

Un acontecimiento deportivo que todavía no se ha celebrado, al parecer genera mas expectación que otro que está sucediendo ahora, aunque con mayor discreción, y del que la prensa escrita y los medios audiovisuales se ocupan menos. Si quieren saber a que acontecimiemto me refiero, sitúen el ratón en LEER MAS. En caso contrario, encantado de haberles conocido.

(...)
En algún jardín palaciego de Madrid, el escenográfo de Peter Greenaway, aquel que montaba unas puestas en escena para obtener unos planos con una simetría perfecta, prepara todo lo necesario para la celebración de un banquete
cuyo anfitrión es Botin,al que están invitados los representantes del medio centenar de Bancos que quedarán vivos, una vez consumado el festín en el que se van a devorar las entrañas de las Cajas de Ahorros que el Banco de Ordóñez ha considerado necesario privatizar.

Ahora que Ferrán Adriá anda retirado transformando el Bulli en una Fundación, no ha sido fácil encontrar un chef capaz de preparar la asadurilla de los sistemas financieros de ámbito autonómico, para darles un toque aromático, de modo que sean ingeridos por los señores de la guerra de las finanzas, sin que su hedor putrefacto llegue a sus nobles narices. Esos aromas se ha comprometido a pagarlos el gobierno, o sea, nosotros.

Al final ha sido un joven formado en los fogones de Arzac El Químico, recomendado por el BBVA por razones de proximidad vecinal, quien ha aceptado el delicado encargo. Una orquesta de cuerda interpretará música barroca en el banquete y los camareros, vestidos a la moda del XVII, se moverán con ademanes elegantes, controlados por la dirección del evento, mientras de una fuente ornamental brotarán chorros de champán que una iluminación adecuada hará que parezca rosado, sin serlo.

La televisión no estará presente, ya que será un acto privado y el anfitrión, después de cumplimentar a los presentes, dirá unas breves palabras en las que explicará el motivo del acto y la naturaleza del menú elegido.

--En el último ejercicio, mi grupo solo ha obtenido un beneficio de 8.000 millones de Euros. Como sabeis, porque vosotros habeis pasado por el mismo vía crucis, eso es un 8% menos que en el ejercicio anterior. No podemos tolerar que la solidez de nuestro negocio, reconocida en el mundo entero, se vea amenazada por una crisis que nosotros no hemos provocado, y menos aún que la solvencia del sistema sea puesta en cuestión por la existencia de unas Entidades, las Cajas de Ahorros, cuyo modo de operar está lejos de alcanzar la profesionalidad que nosotros demostramos en nuestro negocio desde hace mas de un siglo. Por ello, he convenido con Ordóñez que esas entidades que compiten con nosotros de forma desleal, nos sean servidas con la salsa que cada uno prefiera, desaparezcan en nuestros ávidos estómagos, y acabemos con su competencia para siempre...

Un aplauso cerrado respondió a las primeras palabras del anfitrión, quien continuó su breve discurso..

--Para evitar que nos puedan tildar de monopolistas, he invitado al banquete a algunos colegas del extranjero, representan a diversos fondos de inversión, interesados en comprar a precio de saldo, pero he convenido con ellos que nosotros, los banqueros nacionales, elegiremos los primeros platos del catering, como premio
por haber conseguido que Ordóñez nos haya facilitado la ocasión de celebrar este banquete.

--Es todo lo que quería deciros. Si no hay preguntas, podeis pasar por el bufett, y que cada uno proponga el plato que desea tomar. La Comisión gastronómica
autorizará cada menú y su decisión será irrevocable.

En la larga mesa del bufett, los platos expuestos ofrecían un aspecto apetitoso. Las visceras de las cajas regionales, adornadas con salsas compuestas con sustancias que evocaban el color de sus banderas,se alternaban con otros platos muy representativos de la gastronomía de cada lugar. La Caja manchega ofrecía una copa de cóctel con un concentrado de gazpacho de liebre y perdiz, las Cajas valencianas ofrecían paella y arross negre en taza, mientras que la madrileña optaba por sorbete de ibérico.

En fin, en este banquete, cada caja ofrece lo mejor de su cocina, obedeciendo a una transición obligada, en favor del sistema bancario, porque, probablemente, la alternativa para sus dirigentes era caer en el laberinto de responsabilidades jurídicas, incluso penales, derivadas de su delicada situación financiera.

Los ciudadanos, a través de los presupuestos, contribuímos con dinero público a pagar los aromas para que el hedor de las Cajas no llegue a las finas narices de los banqueros, y estos, como siempre, serán los beneficiarios de esta operación, aumentarán su dimensión, su negocio, se librarán de la molesta competencia de las Cajas, y sus beneficios, el año que viene, aumentaran sensiblemente.

Todo muy normal, en un sistema donde los intereses de los bancos prevalecen sobre los del conjunto de la sociedad, que es el que tenemos ahora, sin que, al parecer, nadie muestre el menor interés por cambiarlo.

En fin. El Banquete.

(Supongo que esta entrada tendrá menos visitas de las habituales, porque la he puesto por la tarde, pero es que esta mañana he ido de visita a un pueblo serrano, por motivos familiares. Que se le va a hacer.)

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 4-02-11.

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