viernes, 2 de septiembre de 2011

ARTE

He bajado al bar de al lado del Maravillas, muy temprano, pero no lo volveré a hacer, porque tomar el primer café con leche cuando los tubos de la máquina aún no se han purgado es hacer una apuesta segura por una gastritis asesina. Al ir a pagar he encontrado en el bolsillo, doblado, el mínimo folleto de la exposición que presenta la Sala la Gallera en Heliópolis, que visité ayer por la tarde después de escribir la elegía a mi perro Lucas.
(...)
La Gallera, para quien no la haya visitado, es un recinto circular rehabilitado, ahora desprovisto de las gradas desde las que nuestros gañanes enriquecidos se divirtieron antaño apostando por la sangre de los gallos de pelea.

Con motivo de la exposición de Maté, que así se llama el artista que presenta su obra, bajo el lema Actos Heroicos, su escueta obra ha sido rodeada por un muro de ladrillo que apenas deja espacio para moverse por fuera, y por dentro, es la recreación de un inmueble doméstico cuyas mínimas dependencias acogen algún cuadro, objetos, muebles tapizados con tela de camuflaje y un vídeo que es la estrella de la muestra.

El poder metafórico de este muro de ladrillo se ve reforzado cuando subes a la planta alta y descubres, sin sorpresa, que su perímetro tiene forma de piel de toro, aunque no están los archipiélagos balear y canario por falta de espacio.

La estrechez en que queda el visitante por tanto ladrillo ocupando el espacio recuerda lo sucedido en Heliópolis y la precariedad en la que nos encontramos ahora. No comprendo como Fabra bis, que ha cambiado su discurso, le ha dejado construir a Maté en este espacio público de La Gallera.

Lo mejor de la muestra es,a mi parecer,el vídeo. George Scott, en el papel de Patton, largando un enorme discurso patriótico bélico delante de una gigantesca bandera de los Estados Unidos, mientras la traducción de su discurso que aparece al pie desgrana un surrealista texto gótico floral y gastronómico, es una experiencia singular que recomiendo a quienes, no disponiendo de tiempo para ir a Madrid a ver la obra de Antonio López, quieran visitar las galerías locales.

Lo bélico y lo gastronómico se mezcla en la muestra por medio de imágenes sucesivas interpuestas, en las que las sangrientas batallas de todos los tiempos
se alternan con la sangre de las cocinas domésticas, con imágenes de memorables películas gastronómicas y con toda suerte de símbolos que asocian las batallas caseras con las grandes guerras.

El folleto informa de que Maté nació en Madrid en 1.964 y de que, con la exposición que presenta ahora, "El artista busca incidir en esta tensión que extrapolada y llevada al paroxismo es el reflejo de lo cercana que es esa violencia externa y lo intrínsecamente ligada que está a la esencia del hombre hasta en los actos mas cotidianos y familiares".

Pues no ha podido ser mas oportuno, Maté. Mientras tomaba café con leche, he visto en la tele una variada muestra de la tensión doméstica de nuestra piel de toro, reflejada en los rostros de los líderes sindicales, los políticos 'recortadores',los portavoces de movimientos cívicos, y demás sujetos alterados por una tensión sanguínea demasiado elevada.

Visualizo una página de humor con ese título, RECORTADORES, escrito en grandes caracteres, y a Cospedal, Rajoy, Zapatero y Rubalcaba vestidos de luces y tocados con montera, alrededor del toro ibérico. Como no soy humorista gráfico, dejo la idea para otro.

Por suerte, al volver a casa,he encontrado delante de la puerta una bolsa de plástico llena de berenjenas, tomates, pimientos y calabacines que una vecina se empeña en regalarnos,sin ningún acto por nuestra parte que acredite el merecimiento de su generosidad altruista, y eso me reconcilia con el mundo.

En fin. Arte.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 2-09-11.

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