martes, 20 de septiembre de 2011

LA PRIMA COSA BELLA

Me voy a hacer patafísico, me encanta esa palabra. Cuando la escuché decir a Arrabal, entrevistado en la Sexta por Usun Yun, sentí que la prosa efectista se me quedaba pequeña.

Durante los tiempos de Dalí vivo escuchaba esa expresión inventada por una facción del movimiento surrealista.

Pienso poner al día mi francés oxidado y me buscaré un apartamento cerca de donde vive Arrabal, a ver si puedo introducirme en sus fiestas, aunque sea de ayudante de camarero.
(...)
Mientras llega esa ocasión, me distraigo yendo al cine. Ayer vimos el programa doble del cine D'Or.

El público gay frecuenta esta sala y en homenaje suyo han programado esta semana, en la primera hora, 'BEGINNERS', una película de salida del armario, con una sólida y sobria interpretación de Christopher Plummer, en el papel de padre viudo de Ewan Mc Gregor, quien ha vivido su vida de casado con una fingida heterosexualidad y en el ocaso de su vida se busca un novio y sale del armario.

Por desgracia, al operador de cabina se le hizo la picha un lío y, después de varios cortes e intentos fallidos, acabó dejando enfocada la película en la pantalla de tal modo que las frases escritas al pie de la cinta solo eran visibles a medias, así que nos quedamos sin entender los textos de las intervenciones de un perro que no habla, pero piensa, y, por lo que pude vislumbrar eran lo mejor del guión. En fin. En otra ocasión.

La segunda, LA PRIMA COSA BELLA, la vimos en su integridad. Una integridad rotunda, redonda, sólida, una comedia familiar que recoge y mejora la tradición del cine neo realista italiano, con un diseño de personajes minucioso, soberbio, una interpretación que alcanza alturas muy notables y unos diálogos que tienen
alguna peculiaridad curiosa.

Al ser el recurso al flashback continuo, me pareció percibir un truco dialogal
para conseguir en algunos personajes una clara sensación de continuidad a lo largo de los distintos tiempos que maneja la película.

El modo en que el hermano mayor se dirige a su hermana no cambia en toda la película, --Calla, idiota, es el motivo constante que enlaza los tiempos de la infancia, la adolescencia y la etapa adulta de esa relación filial.

La tormentosa y conflictiva relación entre la madre y los hijos queda definida de un modo preciso cuando la madre, en su lecho de muerte, se dirige a los hijos,
--Nos los hemos pasado bien, verdad?, mientras la expresión silenciosa del hijo parece indicar que su madre, mas bien, le ha arruinado la vida. Aunque el final, glorioso, con el hijo amargado bañándose en el mar de Livorno en calzoncillos, atendiendo el consejo de su madre agonizante, lima todas las asperezas.

No daré mas información para no desvelar del todo los hilos de la trama familiar, pero recomiendo enérgicamente que la vean. Me ha parecido una excelente, sólida y redonda película, y eso hay que reconocerlo, sin reservas, a su director, Paolo
Virzì, y a su numeroso plantel de actores.

En fin. La Prima Cosa Bella.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 21-09-11.

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