miércoles, 14 de septiembre de 2011

LAS CHORRADAS DE TU PADRE

Hoy nos saltamos el régimen de pasta, porque es miércoles y damos una comida familiar, en versión reducida, porque solo acuden a la llamada dos de mis hijos. Eso no significa que hayamos abandonado las medidas de ajuste presupuestario, porque, aprovechando que somos menos, las entradas se van a limitar a croquetas de ave y una ensalada, antes de la cazuela de arroz al horno, de la que además se extraerán las sobras para las preceptivas fiambreras de plástico.

Estoy pensando en proponer a mi hijo menor, porque es el que está peor de cuartos por lo de la precariedad, además de lo de la fiambrera, que cuente en Internet, en algún servidor de alcance universal, no tan escondido como Mozilla, las chorradas de su padre. Una cantidad tan inmensa de chorradas como contienen las mas de mil trescientas entradas del Blog, le garantizan material para cuatro años.
(...)
Si ha heredado algo de la ironía ácida de su padre, --creo que no es el caso, ha salido bondadoso, como su madre-- sumada a su amplio conocimiento del medio cibernauta, igual triunfa y nos puede pagar un viaje a Vietnam el año que viene.

Confieso que esta idea no es nada original, y que tiene su origen en una noticia, escuchada o leída, según la cual alguien ha recibido dos millones de visitas contando las chorradas de su padre.

Este hecho da que pensar. Primero, lo de las chorradas ¿Es un hecho generacional?.
O sea, ¿Es mi generación la que mas coetáneos alberga capaces de decir o hacer tantas chorradas que generan una audiencia de dos millones de visitas? No sé.

Luego, lo de las visitas. Dos millones de visitas a mi, personalmente, es algo que me asusta. Acostumbrado a la tranquilidad de unos cuantos miles -acumulados- escribo con la libertad que me da saber que solo me lee un número muy determinado de personas, que mi escritura no trasciende mas allá del medio en el que he elegido manifestarme, y siempre tengo esa grata sensación de hueco clandestino, evocador del claustro materno, en el que me siento seguro y a gusto.

Ahora bien, si supiera que mi hijo puede tener la oportunidad de convertir mis chorradas en oro y aliviar así su precariedad crónica, no dudaría en renunciar a mi privacidad, mi aislamiento, mi tendencia a la cueva y la ocultación, al anonimato, que tanto cultivó Salinger.

¿Te atreves, Jordi? Material no te va a faltar.

Si es así,no pienso pedirte ni un duro por los derechos, ahora bien, si triunfas, queremos un viaje a Vietnam el año que viene, todo pagado.

La chorrada del día, si. ¿Donde lo pongo? No tengo un apartado de chorradas, están en todas las secciones. Lo pondré en Experimentos, si.

En fin. Las Chorradas de tu padre.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 14-0-11.

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