viernes, 23 de septiembre de 2011

DEVASTACIÓN

He bajado al Maravillas y, aunque no pensaba escribir nada, porque esta mañana tengo un compromiso que limita mi tiempo libre, las declaraciones de un tal Vela, Conseller de Hacienda del gobierno de Heliópolis, me inducen a meter esta breve entrada en el blog, aunque sea con calzador.

Dice Vela que, si no recibimos ayuda del Estado pronto, las consecuencias de la falta de liquidez pueden tener un efecto devastador en las finanzas autonómicas. Al parecer, Vela es de contabilidad, no de letras, con su apellido y su careto me recuerda a otro Vela que reinó durante décadas en la cátedra de contabilidad de la facultad de económicas, imponiendo unos manuales de Álvarez López, que eran una puta mierda, en lugar de usar los textos de Ochoa Sorochaga que se estudiaban en Deusto, que utilizaban un lenguaje claro y comprensible.

Tal vez por eso, usa una palabra tan excesiva, inapropiada y alarmista, como devastación, para describir un simple problema de tesorería.
(...)
Devastación fue lo que hubo en Europa, en la guerra anterior al conflicto económico financiero que estamos viviendo. Cualquiera que vea una película en el cable de aquella época, 'El tercer hombre', de Orson Wells, rodada en el Berlín literalmente devastado de entonces, se hará una idea.

En España también hubo devastación, pero debió ser mas selectiva, pues hubo un departamento en el sector público llamado 'Regiones Devastadas', lo que parece indicar que unas estaban mas devastadas que otras. Lo se, porque mi suegro, que ya está descansando, trabajó allí.

Quiere esto decir que llamar devastación a un problema financiero de carácter autonómico, no ayuda a resolverlo, porque la solución a la devastación es mandar batallones de gentes con picos y palas para que desescombren y construyan, mientras que la política fiscal, la deuda, el presupuesto, requieren intervenciones mas finas.

A menos que la razón de emitir un mensaje tan alarmista e inapropiado, sea llamar la atención para que alguien te saque las castañas del fuego.

Hombre, en algo si podría ayudar el Estado, declarando una moratoria para los límites de deuda, emites unos bonos patrióticos a muy largo plazo, como ha hecho Obama, reactivas la economía para que los jóvenes se pongan a trabajar y a ganar dinero de verdad, no la mierda que les pagan ahora y así, cuando sean mayores, estarán en condiciones de pagar los vencimientos de la deuda.

Vela, la devastación que percibes, lo primero, tienes que entenderla. Es la consecuencia de dos grandes factores, una crisis sobrevenida y general, sumada a la nefasta gestión que habéis hecho en los últimos diez años.

En consecuencia, debe ser afrontada desde la corresponsabilidad. No cuela que la traslades al Estado. Al Estado, puedes y debes pedirle que flexibilice las limitaciones que te impiden hacer una política financiera autónoma. Que se aclare
con las prioridades entre las exigencias de los mercados y las necesidades de supervivencia, pero es de un cinismo típico vuestro que pretendas que te de los duros que habéis derrochado de manera irresponsable durante un decenio.

Te deseo suerte, con entera sinceridad, en tu cometido, pero si te queda algo de tiempo libre, te matriculas en algo de letras, si.

En fin. Devastación.


LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 23-09-11

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