miércoles, 26 de septiembre de 2007

CASTILLOS

A la última cena libertaria de los martes de septiembre faltó un apóstol, pero acudió Jaume, un arquitecto en activo que, además, toca la tuba en la banda de música de Nazaret. Otro de los asistentes, el empresario, vino cargado con una olla bajo el brazo que contenía, según el, estofado de buey a la bourgiñón, pero al que le había añadido, en lugar de vino de la Borgoña, dos botellas de vino de la ribera del Duero. A mi me pareció, simplemente, un ragout, lo siento.

A Jaume le encargaron el plan de ordenación urbana de un municipio de la Manchuela con castillo. La restauración de ese edificio histórico y el recinto amurallado fue muy compleja. Tuvo que dirigirla Jaume junto a un equipo de arqueólogos y la principal dificultad que tuvieron que superar antes de culminarla se derivó de que, dado el espesor de la muralla, había sido utilizada durante décadas para instalar nichos en los que permanecían inhumadas varias generaciones de paisanos.

Creo que bebí demasiado clarete durante la cena y que le ginebra Bombay no me sentó bien, por eso no se si lo que recuerdo del relato de Jaume que siguió, detallando los pormenores de la exhumación de cadáveres y su traslado al camposanto, es riguroso, o está marcado por la distorsión en la percepción que suelen producir los excesos en el consumo de alcohol.

El día que el equipo de arqueólogos culminó sus trabajos de restauración, coincidió con el patrón del pueblo y el alcalde decidió patrocinar los festejos para que ambos acontecimientos fueran objeto de celebración conjunta. Se contrató a la banda de música de Minglanilla, se instalaron banderas y gallardetes, una empresa de luminotécnica instaló vistosas bombillas, con motivos florales y alusivos a la vendimia. Llegaron atracciones de feria que se instalaron junto a la muralla y algunas calles pavimentadas fueron decoradas con ceras por los vecinos.

Cuando todo estuvo dispuesto, la tarde de domingo de la fiesta mayor, se encendieron bombillas y farolas, se comprobó el buen estado de las momias que los arqueólogos, después de extraerlas de los nichos, custodiaban en el recinto histórico, y se formó la vistosa comitiva para salir en procesión desde el castillo, recorrer el pueblo, y acabar en el camposanto, donde los cadáveres exhumados debían recibir reposo definitivo.

Al frente de la comitiva iba el ayuntamiento en pleno, les seguían los clavarios y clavariesas de las fiestas patronales, después, las momias, algunas de las cuales eran novias vestidas de blanco y niños con zapatos de charol, acomodadas, en posición sedente, en una carroza habilitada para la ocasión, cubierta con hierbas aromáticas, lavanda, ajedrea y manzanilla.

Detrás, al frente de la banda de música de Minglanilla, iba Jaume con su tuba, y siguiendo a los músicos, toda la chiquillería del pueblo, cubierta con máscaras. Algunos portaban piñatas para ser rotas durante el recorrido y todos llevaban una bolsa ignífuga colgando que contenía fuegos de artificio.

A una señal de Jaume, la banda arrancó con el pasodoble Pepita Creus y toda la comitiva se puso en marcha, lentamente, buscando distancias entre sí para dar mayor solemnidad a la ocasión, mientras los chavales comenzaron a lanzar petardos y a tratar de alcanzar las piñatas a pedradas.

Una vez los cadáveres fueron inhumados en su destino definitivo, todo el mundo prorrumpió en aplausos y la alegre comitiva se fue del cementerio, a los compases de Paquito el Chocolatero, hacia el espacio ferial en el que una discoteca móvil, pasada de decibelios, amenazaba con las vibraciones que emitía la integridad de los puntos mas delicados del complejo histórico restaurado.

He llamado a Jaume por teléfono, una vez repuesto del malestar que me produjeron anoche el clarete y la ginebra, para confirmar su historia, pero no estaba.

Creo que, en realidad, los vapores del alcohol me han llevado a integrar una mixtura cultural en el relato. Lo leo de nuevo y me parece una rara mezcla de la cultura mejicana de la muerte y la celebración ibérica de la vendimia. No se.

Lohengrin. 26-09-07.

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