miércoles, 5 de septiembre de 2007

INCERTIDUMBRE

La incertidumbre es un estado del ánimo caracterizado por la percepción de no estar seguro de nada. En particular, no estar seguro de como van a evolucionar las cosas en un próximo futuro. La confianza, en cambio, se caracteriza por una expectativa razonable de que los acontecimientos van a seguir sucediéndose, mas o menos, como esperamos, de acuerdo con la información y la experiencia de que disponemos.

Cuando un acontecimiento inesperado quiebra el grado de confianza, la incertidumbre puede llegar a ser un estadio intermedio entre la confianza y el pánico, según como evolucionen los acontecimientos.

En la página 62 de El País de hoy, Ángel Ubide publica un artículo de contenido económico, cuya lectura íntegra recomiendo a todo aquel que quiera estar informado sobre la crisis financiera que todavía colea. Concluye Ubide que estamos en una situación de creciente incertidumbre, pero no de pánico. Lo que me ha interesado del artículo no es la conclusión, sino su descripción de los entresijos de la crisis, que es muy reveladora.

La tesis del artículo es que las autoridades monetarias se han comportado en los últimos meses como si el sistema estuviera en una situación de “exceso de liquidez”, demasiado dinero disponible y en cuentas a la vista, lo que supone un riesgo de inflación. Las medidas de política monetaria para corregir esa situación, entre otras cosas, han encarecido las hipotecas. Sin embargo, en pocas semanas, se ha pasado de un modo traumático a la falta de liquidez. A Ubide no le cuadra este trabalenguas.

Ubide sostiene que no había exceso de liquidez, sino excesivo apalancamiento. Esa palabreja, si no recuerdo mal, consiste en financiar con dinero que no es tuyo, pero que no esperas que te reclamen enseguida, inversiones financieras a mas largo plazo. No parece muy ortodoxo, pero la codicia manda mucho. Se hace. ¿Como se puede hacer? Si ustedes y yo mantenemos un saldo en cuenta corriente que nos podemos llevar al día siguiente, pero en quince años no lo necesitamos, porque la marcha de la economía nos permite vivir sin disminuirlo, el banquero llegará a la conclusión de que en la práctica esos fondos no son volátiles, es decir que tienen una cierta permanencia, a pesar de su calificación de depósitos a la vista.

El problema de esas estrategias basadas en que nada va a cambiar es que si fallan, la pelota puede ser muy gorda.

Lo interesante del planteamiento de Ubide es que desvela la asimetría entre las causas esgrimidas por las autoridades monetarias, basadas en variables macroeconómicas tradicionales y que han tenido como efecto que muchos ciudadanos tengan dificultades para afrontar sus compromisos hipotecarios, y lo que estaba pasando en el interior del sistema financiero, esa política generalizada de apalancamiento que, cuando han cambiado las condiciones, ha generado la necesidad de intervenciones masivas de los bancos centrales para inyectar dinero al sistema.

Si la interpretación que hace Ubide de las causas de la crisis financiera es acertada, y yo creo que si lo es, a los ciudadanos de a pie nos queda la impresión de que, una vez mas, una cosa es lo que nos cuentan las autoridades monetarias que pasa y otra lo que esta pasando. La otra impresión es que nadie sabe, en este momento, lo que va a pasar.

Pánico?, Incertidumbre? Confianza?. El pánico no nos lleva a ninguna parte, tomemos una dosis de incertidumbre y otra de confianza, y que cada uno las mezcle según su particular punto de vista.

Lohengrin. 5-09-07

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