lunes, 3 de septiembre de 2007

EL MARAVILLAS HA ABIERTO

El Maravillas es hoy una isla con una costa circular de medio kilómetro de extensión, donde florecen el comercio de pájaros y el mercado negro de productos informáticos. En este paraíso fiscal, después de los saludos pos vacacionales, nos hemos encontrado las mismas caras de siempre cobijadas en el dulce sopor de la rutina, solo alterado por los ecos de las noticias recientes que aun flotan en el cielo de septiembre y caen sobre los habitantes insulares como una lluvia ácida.

Ordenadores, monitores y otros periféricos, tarjetas pirata para engañar a las compañías de televisión por cable, juegos para la Play Station, última versión, ingenios de sonido, teclados musicales, altavoces, baterías electrónicas y otros cacharros. Una oferta amplia y variada, para todas las necesidades. Me he pedido un monitor porque el mío, mientras escribo esto, a ciegas, emite unas rayas negras horizontales, alternando con el negro total de la pantalla, lo que indica, sin lugar a dudas, que va a cascar de un momento a otro.

Me han dicho que lo tendré --el monitor-- el lunes. Mientras tanto, ensayo el primer artículo de la temporada, porque mi mundo creativo gira alrededor del Maravillas, ese espacio, mitad físico, mitad imaginario, que me sirve de vehículo de expresión, y lo que he escrito mientras estuvo cerrado ha sido puro entretenimiento. El periódico que compra Toni, el jefe del Maravillas, para que yo lo lea, estaba abierto, como siempre, sobre la barra, por las páginas de opinión, pero como no llevo las gafas de ver, mis referencias a la realidad extra insular tienen su origen en lecturas anteriores.

La crisis. Te vas de viaje unos días y al regresar tienes la sensación de que has aterrizado en otro planeta. La crisis financiera exportada desde USA no es ninguna tontería. Leí en alguna parte que contiene elementos de pánico bancario. De no ser por la lección aprendida --la letra con sangre entra-- en el crac de 1.929, que está en la base de la pronta y masiva intervención de los bancos centrales, es posible que todo el tinglado se hubiera venido abajo. Las crisis económico financieras se pueden controlar siempre que el sistema financiero resista. Si se apuntala el sistema bancario y sus aledaños, eso da tiempo a que los agentes transmitan mensajes de confianza, las bolsas se recuperen y, quienes han perdido sus casas por falta de liquidez para pagar la hipoteca, se queden a cambio con las vagas promesas de las ayudas con cargo al presupuesto de los estados nacionales.

Los precios. Hay en el ambiente una amenaza generalizada de un subidón de precios. Sin embargo, parece que aún no se ha materializado. Alguien ha extendido el rumor de que los biocombustibles presionan sobre la demanda de cereales y otros cultivos y esa presión se verá enseguida reflejada en el precio del pan. No se que cojones tendrán que ver los cereales panificables con otros cultivos. Por otro lado, los hábitos de consumo en nuestro entorno, demuestran que cada vez se consume menos pan. Lo cierto es que ha bastado ese rumor para que todos nos pongamos en guardia y cuando vamos a comprar cualquier cosa, lo que sea, preguntemos, ¿ha subido ya?. Esa expectativa es suficiente para que algunos precios suban, porque por el lado de la oferta, se suele esperar el momento oportuno para modificarlos, y esta parece una oportunidad clara para hacerlo.

Los precios, en el Maravillas, siguen estables. El café solo, el café cortado, el café con leche o el zumo de tomate, cuestan lo mismo que antes. No en vano es una isla.

La otra crisis. Los futbolistas se mueren. En la tertulia de la tarde de Euskaltelebista, que suelo frecuentar por que es de lo mas abierto que hay entre las televisiones autonómicas, y a su mesa se sientan gentes con muy diversas y opuestas sensibilidades, --lo que produce mas de un rifirrafe que la presentadora controla con mucha gracia y donaire-- se tocan todos los temas. Hace unos días, un comunicante llamó por teléfono para dar su opinión sobre la muerte del jugador de fútbol Puerta. Se refirió a un aspecto de esa desgracia, que cayó muy mal entre los contertulios, quizás por lo reciente del trágico suceso. Indicó que, en su opinión, la investigación para obtener productos y métodos que aceleren la recuperación de los deportistas de elite, iba mas rápida que la investigación de los efectos colaterales de esos mismos descubrimientos. Después intervino una mujer, cuya familia esperaba la confirmación del resultado de ciertos análisis, desde un laboratorio de Montreal, pues había sospechas de que casi todos los miembros de ese grupo familiar tenían una predisposición a sufrir un tipo de cardiopatía muy difícil de detectar y de prever, aunque el médico de Montreal podía hacerlo.

Hemos visto estos días que otros deportistas han sufrido la misma suerte que Puertas. Está claro que los servicios médicos de los clubes de fútbol deben poder acceder a las mas recientes investigaciones, tanto de la tipología genética que permite prevenir el riesgo de que se produzcan esos raros accidentes cardiovasculares, como de los posibles efectos secundarios de los productos y tratamientos milagrosos que facilitan la urgencia de la recuperación de los atletas del fútbol.

Los clubes de fútbol deben destinar, como en cualquier otra actividad, una parte de los ingentes recursos que genera ese deporte-espectáculo, a I+D, además de acceder al conocimiento de los canales de investigación médico deportiva, estén en Montreal o en cualquier otra parte. Los tiempos en que los héroes de la batalla de Maratón volvían exhaustos y morían a los pies de quienes les enviaban allí, deben ser desterrados del deporte, o del espectáculo, como se prefiera, actual.

Tengo que dejarles. He de ayudar a Toni a preparar las mesas y todo lo demás. Quique Dacosta está a punto de llegar. Ya saben, a las 14,30 horas, hay un banquete virtual aquí, en el Maravillas, para celebrar la entrada número cien del Blog.

Au revoire.

Lohengrin. 3-09-07

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