lunes, 2 de noviembre de 2009

EL JARDÍN DE HELIÓPOLIS (XXXIII)

(…) “Fuimos a ver Mar Adentro, con unos amigos, y confirmé la percepción previa que tuve de esa película antes de ir a verla. Los actores hacen un ejercicio de excelencia que convierte en creíble esa historia verdadera. Hacia la mitad de la proyección salí de la sala, en medio de la oscuridad, para fumarme un cigarrillo que acercara mi propia muerte, pero no pasó nada.

Terminada la proyección, en ruta hacia la calle, le coloqué a mi amigo una frase que ya tenía ensayada: --La muerte es una resignación a la que te acostumbras si vives lo bastante. Tanto da que te ayuden los amigos o te acuchillen Bruto y sus secuaces. Estás muerto y basta.

Para aprovechar los rayos solares de esta primavera de ficción que inciden en la piel, después de visitar mar adentro, hemos ido mar afuera. Entonces me ha parecido escuchar de nuevo el aria de Turandot con la que Amenábar construye, con mucha habilidad, el momento mas emocionante de la película y he recordado que aquí, en la playa de Heliópolis, un poco mas cerca de la orilla y mas al Este que en el mar galaico, hace algunos años, un hombre acostumbrado a jugarse la vida frente a los toros, se partió el cuello jugando con las olas. Es extraño, pero nadie hizo de ese acontecer verdadero una historia verosímil.

De vuelta al sillón de mimbre del jardín he leído en algún sitio –lo que me permite ejercer ahora la práctica carroñera-- que el gobierno prepara una norma para castigar con penas de prisión a aquellos infractores que usen del alcohol y de la conducción de vehículos de modo simultáneo.

La Directora general de prisiones –dudo que haya apoyado esa medida-- debe estar alarmada, pues sus cortijos están abarrotados de gente después de una interpretación represiva de la justicia que se ha ido imponiendo en los últimos años, tanto, que hay que dejar que se fuguen algunos internos de vez en cuando, para no alcanzar el punto de saturación y desbordamiento de la población reclusa.

Alguna emisora de radio, con mucha guasa, ya ha bromeado con la necesidad de renunciar a la tarta al güisqui, los riñones al jerez, los longanizas al vino y hasta a los bombones de licor que ponen en algunos cafés finos cuando te tomas un capuchino.

La cafeína es un estimulante tan potente como el alcohol que, en ciertos casos, puede influir en la conducta de quien se sienta al volante bajo sus efectos. De momento, nadie parece haberse enterado, tal vez, con el tiempo, las prisiones se llenen también con adictos al café.

Una medida como esta debería haber sido estudiada por los subsecretarios de diversos ministerios. Así, el de turismo, podría haber ofrecido una medida alternativa, mas blanda que la dureza de la prisión, pero igual de eficaz. Unos bonos subvencionados para que los bebedores pudieran pernoctar en una habitación de hotel, hasta la desaparición de los efectos del alcohol, antes de reintegrarse al peligroso flujo del tránsito.

La ventaja de esta medida sería doble. Por un lado, reduciría la ocupación de las prisiones, ya excesivamente saturadas. Aumentaría el número de estancias hoteleras, magnitud un tanto de capa caída en un sector que clama contra la crisis y la falta de fidelidad de sus clientes, seducidos cada vez mas por las ofertas de los hoteles de países exóticos y mas baratos. Si son fiables las estadísticas del número de conductores que abusan del alcohol, ese nuevo segmento de la clientela de los hoteles de aquí podría cubrir, con creces, el número de usuarios que están prescindiendo de sus servicios.

Un análisis de coste/beneficio probará que el presupuesto para financiar esas gabelas será notablemente inferior al coste social y económico provocado por los siniestros asociados al alcohol.

Resumo las ventajas de la cosa. Prisiones menos saturadas. Hoteleros mas contentos. Directora general de prisiones que abandonará el Valium. Viabilidad económica y financiera de la medida. Usuarios de la carretera mas relajados. No es igual que te amenacen con el talego, a que te regalen una noche de hotel. Además de los efectos añadidos que podrían derivarse de la medida, si coincides con una bebedora en el hotel y resulta que ambos descubrís que sois almas gemelas.

Este es solo un ejemplo sencillo de como pueden enfocarse de otra manera los problemas de las conductas sociales conflictivas cuando se abandona la mentalidad represiva. Les animo a que hagan lo mismo. Traten de inventar soluciones alternativas a los trillados reflejos autoritarios del castigo y la represión. Ya verán como existen.

A veces escribes sin ton ni son, cualquier cosa, con la única finalidad de olvidarte de ti mismo. Cuando se revela el espanto de tu propia oscuridad, un ataque de pánico te empuja hacia el mundo de la ficción y sueles acceder a personajes inventados que solo tienen que ver contigo por la energía que te facilitan para la huida.

Ya a salvo del mundo de las sombras, puedes sobrevivir enredado en ese elenco de marionetas que se mueven siguiendo un guión ajeno, que nada tienen que ver con la angustia de quien los usa para su escapada. Alejado de la escritura de las emociones, el resultado no conmoverá a nadie, pero mientras te muevas en ese terreno acotado, estarás a salvo y asegurarás tu supervivencia.

Algunos escritores, mal conocedores de sus propias limitaciones, rebasan los límites de ese terreno acotado, lo abandonan, no pueden regresar a el y se convierten en víctimas de su propia escritura, por medio de la que se planteaban problemas existenciales que no tienen solución.

Otros transitan con habilidad por zonas fronterizas,asumiendo a veces los riesgos de poner un pie en el mar de sus propias emociones, sin dejar de apoyar el otro en zonas mas seguras. Juego complicado, a veces, oportunista, prudente, que, en ocasiones, se revela eficaz.

Algunos hay, maestros del fingimiento, que usan con habilidad de artistas la apariencia de la emoción , consiguiendo trasladarla como un sentimiento a los lectores, sin abandonar, en ningún momento, la frialdad del hielo.

También hay visionarios que llenan las instituciones psiquiátricas, por haber escrito entregando sin límites los entresijos de su propia pasión.

Entre todos esos modelos de escritura, cada uno puede optar por el que quiera. Si puede.

La escritura. Cuantas criaturas heridas se han agarrado a ella, como un náufrago a una tabla. Cuantas muertes retrasadas, suicidios diferidos, frustraciones mitigadas con el bálsamo de la ficción. Mirador de privilegio, situado en los estratos mas profundos de la memoria, territorio incontaminado donde habitó la inocencia. A veces, restos de liquidación del paraíso perdido, grandes rebajas por fin de temporada, saldos de antiguos proyectos, ilusiones diferidas en el tránsito vital, impulsos frenados por la colisión con la vida, y todo ese desperdicio, ese montón de trapos viejos, útiles para su remate en el rastro de los lunes, en ocasiones transformado en materia artesanal de relato escrito, creación fantasmal de personajes de ficción mas verdaderos que la vida cotidiana, encarnados en la propia experiencia y adquiriendo, en la progresión del relato, una dimensión propia en el ámbito de la libertad creadora, solo restringida por la propia capacidad para expresarla. ¿Que sería de nosotros sin la escritura.? ¿Cómo engañar a la soledad sin un libro en las manos?.”

CONTINUARÁ

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 2-11-09.

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