lunes, 16 de noviembre de 2009

EL TIPO DE INTERÉS

Hace algunos años, en un momento en el que andaba con el ánimo algo revuelto por un déficit de serotonina, tuve la ocurrencia de diseñar ropa informal de mujer. Recuerdo algunos modelitos. Una camiseta corta con dos orificios practicados en el delantero para que pudieran asomar los pechos libremente. Un vestido –en realidad una camiseta un poco mas larga-- sin orificios, con una carta de póquer --el tres de corazones-- pintada en rojo escarlata sobre fondo blanco, primorosas piezas de ropa interior de distintos modelos pero con la marca común de la asimetría, pues sus texturas estaban combinadas con delicados encajes y tramas que presentaban la apariencia de la arpillera.

Por la misma época, de vez en cuando daba una charla de divulgación, generalmente sobre economía, en alguna asociación de vecinos de los barrios extremos y conflictivos donde mis amigos libertarios se dedicaban al activismo social, y mi exaltación creativa temporal me llevó a preparar una serie de diapositivas para ilustrar la explicación de las magnitudes económicas.

Con mis propias manos dibujé sobre un papel traslúcido, que luego insertaba en los marcos de cartón para su proyección, diversas alegorías que me permitieran introducir cada tema. Recuerdo un señor vestido con pantalón de pana, camisa de rayas y chaleco de mayoral, tocado con boina, cejijunto y con una barba hirsuta, que portaba una enorme garrota, y al que denominé 'El producto nacional bruto'. La inflación estaba representada por una señora muy obesa, con michelines bien visibles, vestida con colores chillones. Lo que mas éxito tuvo, por la complicidad militante del auditorio, fue 'La relación real de intercambio' representada en una escena en la que un tipo vestido de explorador, con aire británico, realizaba un intercambio desigual en un país tropical. El se llevaba todas las materias primas de la isla y a cambio dejaba un transistor.

Para representar el tipo de interés dibujé a un tipo alto, cuarentón, con la sienes plateadas, con un ligero aire de hombre metálico, vestido con un pantalón chino, camisa de pana lisa y un jersey de espiguilla bajo la chaqueta de cheviot, calzado con zapatos de bailarín de medio tacón cubano. El tipo de interés deambulaba por una calle urbana y las mujeres, a su paso, lo miraban con cierta atención.

A pesar de lo absurdo que pueda parecer, esas ilustraciones me permitieron acercarme al auditorio sin la aridez que conlleva la expresión macro economía y creo que todos nos entendimos.

El paso del tiempo, a veces, equilibra el déficit de serotonina y la distancia de la experiencia permite contemplar los sucesos de la realidad con mayor ponderación. Mi mujer, que se despierta antes que yo, distrae su duermevela con las emisiones mas tempranas de la radio y me ha dicho que el Banco Central Europeo ha subido el tipo de interés.

Para aquellos que estén pensando en colocar sus ahorros en alguna inversión financiera temporal esa noticia indica que, si se mantiene la tendencia alcista de los tipos de interés, la retribución de sus ahorros, a su tiempo, será mayor.

Vista con una perspectiva mas general, la subida de los tipos de interés puede favorecer a los países mas ahorradores, sean de raíz luterana, o acostumbrados al despotismo oriental, pero para los países mas dados al endeudamiento general, el de los Estados y el de sus nacionales, como parece ser nuestro caso, es una noticia de lo mas inoportuna, pues significa que el coste de la deuda, de las hipotecas y otras formas de financiación del consumo, se elevará, restando recursos para la formación de capital, que es lo que financia el ahorro y permite salir de la tendencia al estancamiento, además de dificultar la recuperación de los niveles de consumo, porque supone una menor renta disponible para gastar.

Con ser una perturbación añadida a la situación económica actual del país, el verdadero interés de las economías en general y de la nuestra en particular, está mas en las decisiones que se tomen el próximo mes de diciembre en la reunión de Copenhague en torno a la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, en la que estarán presentes todos los estados del mundo.

Según Ecologistas en Acción (Rojo y Negro noviembre 2009), 'En dicha reunión (…) deberán acordar un compromiso para limitar la evolución del fenómeno global mas amenazante para las condiciones de vida del ser humano en el presente siglo, el cambio climático'

Ante tamaño desafío, el precio del dinero es una magnitud relativa, porque de poco servirá una economía financiera equilibrada, con tipos de interés adecuados, en un entorno de desórdenes climáticos que amenazan, cada vez mas, la vida de las gentes, sobre todo, en los países menos desarrollados que son los que, históricamente, menos han contribuido con sus emisiones a alterar el equilibrio global del clima.

Desde mi punto de vista subjetivo, el precio del dinero debería llamarse así, y la expresión tipos de interés debería aplicarse para denominar a esos tipos interesantes que se ocupan desde hace tiempo en hacernos ver la verdadera naturaleza de los problemas que interesan a los humanos. Los verdaderamente urgentes e importantes. Hablo de los ecologistas y de los observadores del mundo global que se apartan de los conceptos trillados y tratan de buscar soluciones nuevas a problemas nuevos. A mi me parecen unos tipos de interés, a los que hay que seguir, apoyar y agradecer sus esfuerzos altruistas y esclarecedores.

Leer la página 3 del Rojo y Negro de Noviembre, 'El clima no está en venta,¿o sí?', ayuda a conocerlos, y a reconocerlos como unos tipos interesantes. Solo cuando las fuerzas sociales que representan alcancen mayor presencia parlamentaria, equilibrando con su actitud la incapacidad de los partidos tradicionales para el cambio de modelo económico que tanto pregonan, podremos afrontar el futuro con mayor racionalidad y esperanza.

Lamentablemente, después de escrita esta entrada he conocido la noticia de que China y USA ya se han puesto de acuerdo para rebajar las expectativas de la cumbre de Copenhague, lo que no hace sino confirmar la necesidad de que prestemos mas atención y apoyo a los tipos de interés, los que se esfuerzan en defender la necesidad de un mundo global menos insolidario, menos esquizofrénico, mas equilibrado.

En fin. El tipo de interés.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 16-11-09.

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