jueves, 19 de noviembre de 2009

FUSIÓN VIRTUAL

Ayer leí en Levante una expresión que despertó mi curiosidad, 'fusión virtual', referida a las Cajas de Ahorros de Heliópolis, y me propuse volver sobre el tema para saber que es eso. Ya conocía la expresión 'fusión por absorción' por haber trabajado en una empresa de nueva creación, que absorbió media docena de otras empresas que desaparecieron en el mismo acto de la fusión, en una de las cuales había trabajado varios años, hasta que pasé, como las otras plantillas de las empresas absorbidas, a la que se creó para continuar los negocios de las viejas. Con ese acto de fusión se perseguía una dimensión operativa mayor de la empresa nueva, pero no fueron ajenas a esa operación las relaciones de poder entre los empresarios del sector.

Lo de fusión virtual, de momento, no lo entiendo. Al tratarse de empresas financieras, conozco los antecedentes de otras fusiones, digamos acumulativas, como las sucesivas del BBVA, que primero fue el Banco de Bilbao, BB, luego el BBV, Banco Bilbao Vizcaya, que los empleados que sufrieron la fusión llamaban, con guasa, Banco Viscao Bilbaya, y por último, la mas importante, la fusión entre BBV y ARGENTARIA, que aglutinaba a las Cajas Postales, el Banco Hipotecario y el Banco Exterior, y que fue el origen de la actual entidad BBVA, que acabó dirigida por Paco González, gestor de Argentaria, lo que confirma que las relaciones de poder son un elemento sustancial en las operaciones de fusión.

El proceso de concentración en el sector financiero no se limitó a esas entidades, y a lo largo de los años ha sido muy intenso pero, curiosamente, uno de los pocos bancos que no han concurrido a fusión alguna es el Banco Popular, del que se dice que está estrechamente vinculado con el Opus Dei. En este caso particular, también son las relaciones de poder las que explican la decisión de mantener una posición independiente, aún a costa de quedarse con una dimensión insuficiente comparada con las nuevas entidades surgidas de los procesos de concentración.

Hasta aquí, todo me resulta familiar, fusión, concentración, absorción, independencia en la gestión, pero 'fusión virtual', ¿eso que es? He echado mano del diccionario, pero lo cierto es que es tan parco en su definición, digamos, jurídica, 'Unión de intereses, ideas o partidos que antes estaban en pugna', como prolijo en la significación física del término fusión. Pruebo suerte con 'virtual'. 'Que tiene existencia aparente y no real'. Aún me aclaro menos, o sea, que no es una fusión de verdad. Y, si no es de verdad, ¿Porqué la llaman fusión?.

Tal vez el procedimiento con el que se busca soporte para esa fusión, el llamado SIP, Sistema Institucional de Protección, nos de una pista, aunque sea de raíz semántica, para entender el asunto.Podría tratarse de un simulacro de fusión, para que no se vayan a la mierda las Cajas de Ahorros. Si nos lo hubieran explicado así, lo habríamos entendido enseguida, pero al parecer se trata de que no entendamos nada, por eso han puesto lo de fusión virtual.

El asunto es que las Cajas de aquí, Bancaja, Cam y Caixa Ontinyent, podrían fusionarse virtualmente con Sa Nostra, una entidad balear cuyo nombre se parece peligrosamente a la Cosa Nostra. A ver si este asunto va a tener connotaciones mafiosas, relacionadas otra vez con el poder, porque lo que se busca es no caer en las redes de Caja Madrid, no vaya a ser que termine por dirigirnos Rato, como González --Paco, no Felipe-- acabó por dirigir el BBVA.

Otra hipótesis es que la variante virtual de la fusión no lleve aparejado cambio alguno en cuestiones de poder, y solo se trate de sumar patrimonios y deudas a efectos de cubrir riesgos, de tal modo que la virtualidad de la operación llevaría a una especie de cámara de compensación, para que el conjunto de las entidades estuviera mejor protegido que cada una por separado, pero sin tocar sus órganos de gobierno. Se puede suponer además, que ese conglomerado fusionado virtualmente, actuaría como un interlocutor único con ese llamado Sistema Institucional de Protección. Vaya nombre, evoca el servicio de urgencias de un hospital financiero.

Con todo este lío semántico, uno se queda sin saber lo esencial, ¿Están en peligro o no de irse a la mierda algunas Cajas de Ahorros? ¿Porqué tanto interés en el Gobierno de Heliópolis para eludir la fusión con Caja Madrid? ¿Hay motivos esencialmente políticos, no financieros, en esa posición? ¿Va a mandar Rato, o no, en Caja Madrid? ¿Alguna vez, algún político, nos dirá la verdad sobre los movimientos que estamos percibiendo en las entidades financieras locales, donde muchos tienen sus depósitos, sus planes de pensiones, sus pisos que ya han sido embargados, sus nóminas domiciliadas que han dejado de cobrar, sus pufos si son constructores o presiden un club de fútbol, etcétera.?

Por favor, que alguien diga algo, que se expliquen con mas claridad. Gracias.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 19-11-09.

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