miércoles, 24 de abril de 2013

EL MINUTO DE ORO

Dije ayer que mi mujer sale del sueño con la radio puesta, así que no les debe extrañar que tenga una noticia de rabiosa actualidad, que no aparece en los periódicos por la diferencia horaria. El caso es que un broker listo ha difundido el rumor, la falsa noticia, de un atentado a Obama en la Casa Blanca y, con los antecedentes cercanos de la carta envenenada y eso, todo el mundo la ha creído y la bolsa de Nueva York se ha pegado una hostia del copón.

El broker listo ha aprovechado para comprar toda clase de títulos devaluados a precio de saldo, acciones de Coca Cola, eléctricas, gasísticas, weberas, de las bancas alemanas, catarís y eso, de grupos alimentarios, petroleros, en fin, todo lo que en ese momento había a la venta y, cuando se ha desmentido la noticia y las cotizaciones han vuelto a subir, el listo las ha vendido y se ha embolsado una plus valia que da nombre a la entrada de hoy, el minuto de oro.

Esto pasa todos los días en las bolsas internacionales, pero  con la intensidad y el dramatismo de ahora, según me cuenta mi mujer, que sale del sueño con la radio puesta, no sucedía desde la época de la gran depresión, el jueves negro, y todo eso.
(...)
Si esta noticia radiofónica es cierta, y parece que lo es, va a ser que lo declarado por Bárcenas, en el sentido de que su habilidad para los negocios rápidos es el origen de su fortuna en Suiza, podría ser cierto. 

Después de todo, el origen de todas las grandes fortunas es el robo, la especulación o el despojo, si nos remontamos a la época en la que los nobles guerreaban y se llevaban el botín de las tierras arrasadas (Véase el apellido Botín). 

Nunca he dedicado una atención desmedida a  los bienes materiales, soy un conformista que se ha contentado con empleos sucesivos, una casa propia ya sin hipoteca, un coche de quince años y unas estanterías con libros, cada vez mas vacías, pero confieso que lo del minuto de oro me atrae con una pasión loca, irresistible.

Se imaginan, abrir la mente y los ojos y dar con un truco que te permite obtener lo que quieres en un minuto, como si lo del genio de la lámpara del cuento fuera realidad. Es muy fuerte, no?. A ver quien se resiste a tamaña tentación.

Lo mismo que reconozco la potencia de esa tentación, observo que la diversidad humana haría que cada uno de nosotros le pidiera una cosa distinta al genio. Yo, ahora que lo pienso, le pediría un minuto de lucidez, justo antes de palmar, para poder entender en ese fugaz instante, cuando la luz o las sombras de ese momento decisivo se insinuaran en su proximidad, todas las extrañas decisiones que han conformado el devenir de mi vida entera.

Todos los supuestos errores, elecciones, caminos que he transitado, pudiendo transitar otros, todas las relaciones que he entablado a lo largo de mi vida, pudiendo establecer otras, todos los lugares que he visitado y porqué he dejado de visitar otros, en fin, una explicación, amplia y precisa, que desvele las razones últimas y verdaderas de una conducta tan extraña, tan extravagante, como lo es cada conducta humana.

Ese minuto de oro, aprovechado así, sería como una retribución al espíritu, que alcanzaría la serenidad que da el conocimiento verdadero de uno mismo, y la frustración de no tener tiempo ya para una vida así vivida, con esa clarividencia. 

Nuestro broker, el que ha lanzado el anzuelo del atentado a Obama, para forrarse en un minuto, no sabemos que intención tenía. Me niego a creer que la posesión de una isla, el mejor yate del mundo, un paquete de acciones de farmacéuticas y cosméticas para asegurarse una fortuna segura y en crecimiento continuo, varios áticos lujosos en las ciudades mas de moda, una cuadra de modelos con su diseñador incluido, una participación mayoritaria en las mejores bodegas de Reims o una colección de coches deportivos, fueran su objetivo principal.

Imagino que la mente del broker, en ese preciso momento, cuando maquinó filtrar la falsa información para la operación de su vida, estaba abandonada a la pasión del juego, sin que ningún propósito racional la impulsara.

Cualquiera que haya experimentado la tremenda tensión que genera una situación en la que se puede ganar o perder en un momento, la extraordinaria concentración mental que exige la toma de decisiones en presencia del azar, el temblor en los músculos de las piernas cuando te levantas finalmente de la partida, una vez que todo ha sucedido, sabrá que es cierto lo que digo. 

Ignoro si el broker que ha obtenido una fortuna en un minuto, manipulando la información en la bolsa, ha ganado, o si existe allí algo parecido a la comisión nacional de valores que vigila la limpieza de las operaciones bursátiles, su ajuste a la norma, y tiene capacidad sancionadora para multar al broker con una cifra equivalente a su fortuna mal ganada.

Tal vez, los periódicos de mañana digan algo. Mientras tanto, esto es una pura elucubración. Al lado de esta noticia radiofónica, los titulares de 'Levante' de hoy, que ojeo con indiferencia mientras termino esta entrada, me parece que carecen del menor interés. 

En fin. El Minuto de oro.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24/04/13.

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