Después de una ducha muy estimulante y un desayuno de café con leche y tarta de queso con arándanos (sobrada), he bajado a por el periódico en esta mañana de sol que ha durado solo una hora.
Al hojear las primeras páginas de ‘Levante’ la sección de opinión y eso, he visto que todo va de Cristina de Borbón, como ayer.
Aunque la columna de la 29, de Vallés, merece ser citada, ‘Daña la marca España’, al llegar a la 35 encuentro una noticia que me parece infinitamente mas importante para la población (de mas de 65), que los caudales públicos que se puedan haber distraído para disfrutar de una casa en Pedralbes.
‘El Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la caja de las pensiones) tiene el 97% de su inversión en deuda española’. Veamos, en 2007, el dinero invertido en activos financieros se repartía entre un 50% de deuda española y un 50% en deuda extranjera, como corresponde a un criterio de diversificación de riesgos en toda inversión, en particular si es pública.
(...)
A partir de 2008 esa proporción ha ido cambiando, hasta cerrar 2012 con un 97% de inversión en deuda de un país insolvente, el nuestro, y solo un 3% en otros activos financieros.
Fátima Báñez, que me provoca, siempre, cuando veo su rostro en la tele o comienzo a atisbar sus palabras en un medio escrito, una reacción irracional, hasta el punto de que mis constantes y fluidos vitales se ponen en alerta ante lo que va a decir, ha declarado que esa concentración (de riesgos) no es peligrosa. No es peligrosa para ti, dame la manita, que te la corte de un hachazo, y verás que es peligrosa, para ti, y para los nueve millones y pico de pensionistas que dependen de una buena gestión de esa reserva para que se vea garantizado el cobro puntual de sus pensiones.
Tal como está considerada la solvencia de nuestro país en los mercados internacionales, bastaría otra conmoción financiera, provocada por cualquier torpeza, del Banco Central Europeo, del Eurogrupo, o vaya usted a saber de quien, para que la capacidad de devolución de la deuda pública nacional se pusiera en cuestión, y los primeros perjudicados por esa sacudida serían los pensionistas, dada la relación entre la deuda nacional y la reserva de pensiones, que en 2007 era otra, y ha cascado.
Fátima Báñez ¿han visto como se parece a un personaje de ‘Érase una vez el hombre’?, saquen el DVD y lo comprobarán, o a la actriz principal de ‘Mi gran boda griega’. Bueno pues, a pesar de esa vis cómica, Fátima ha conseguido, con su política de desempleo, con la reforma laboral, que tanto cita, y con el resto de las políticas impresentables, suyas o de su gobierno, vaciar la Reserva de pensiones y que el número de desempleados en este país sea el horror de Europa.
De rebote, seguramente sin querer, gracias a los ERES y eso, ha conseguido que en casa, donde éramos dos, ahora seamos tres y pronto seremos cuatro, dos pensionistas y dos desempleados. Menos mal que, soy tan pobre, que no tengo hipoteca, y ya saben, donde comen dos, comen cuatro, aunque un poco menos cada uno, claro.
Fátima, vete a tomar por el culo, vale, con tus declaraciones de que la política de invertir las Reservas en deuda propia es una política segura. Al contrario, pone en el filo de la navaja el cobro futuro de las actuales prestaciones, pendientes de cómo evolucione la solvencia, y por tanto, la deuda del país.
En fin. La Caja de las Pensiones.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 5/04/13.
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