miércoles, 19 de octubre de 2016

EL SHOW DEL DENTISTA

He bajado a la terraza de La Fuente, solo un momento, para tomar una infusión de manzanilla con doble bolsita. Aunque he visto a Isa y Cármen, y hemos intercambiado algunas anécdotas, que luego evocaré, me he marchado enseguida, no sin antes guardar en el bolsillo de la chaqueta un pequeño tornillo que había bajo la mesa, no sé porqué, antes de tomar el bus 6 para ir a la consulta del dentista.

La hora en el dentista, hoy íntegramente dedicada a limpiar y sanear una caries dental, se me ha hecho eterna. El dentista, mientras urgaba en mi dentadura con una cierta crueldad profesional, contaba que acaba de asistir a un congreso de odontología en Bilbao y que muchos de los ponentes han presentado unos vídeos sensacionales, más orientados a la divulgación mediática de sus consultas, con señoras estupendas en sus imágenes, gags dignos de un show televisivo y otras parafernalias, que a promover y divulgar novedades más o menos científicas de lo suyo.

Después de una hora de suplicio --indoloro-- porque no podía fumar, el dentista ha dado por terminada la sesión, luego de informarme de que a éstas seguirán otras, de por vida, porque, resuelto mi problema dental hay que iniciar un ciclo de tratamientos periodentales, para mantener las encías en estado de revista, raspados periódicos, esas cosas.

Teniendo en cuenta que hasta hoy me han soplado en el dentista mil cien euros por la prótesis superior y todo lo demás, me he sentido legitimado para, así como el dentista me ha contado el show de Bilbao, montar yo el mío, inspirado en la clase de teatro de ayer, de la que luego hablaré.

Plantado de pié, junto al dentista, con la chaqueta ya puesta para irme, he interpretado mi show:

'Amigo dentista... ¿Que es la anarquía? Nos dicen que la anarquía es desorden, pero es falso. La anarquía es, en su definición más precisa, la ausencia de jerarquía y son las jerarquías las que crean el desorden. Vosotros, amigos dentistas, contribuís a ese desorden, en lo económico, con vuestros precios abusivos"

A continuación, he sacado el tornillo recogido del suelo que llevaba en la chaqueta, lo he puesto en la palma de mi mano, y le he dicho al dentista, ¿Que es esto?. --Un tornillo, ha respondido. --Hoy he venido en autobús a la consulta, en un frenazo, se me ha caído ese tornillo de la cabeza, ¿te importaría recolocármelo, ahora, sin aumentar el precio de la visita?

He salido del dentista. Como no podía fumar, por la anestesia, he ido imaginando la entrada de hoy en el blog. He pensado que podía ir la cosa de teatro, no tanto por el show del dentista, sino por los contenidos, realmente creativos, espectaculares, de la clase de ayer en el Aula de la Malvarrosa.

El profe se extendió ayer sobre el teatro hablado y la expresión corporal que lo acompaña, dos modos de expresión teatral que hasta ahora hemos visto por separado, pero en adelante consideraremos como una sola unidad expresiva. Acciones físicas: Rectas, Redondas. Rápidas,Mediadas, Lentas. Un conjunto conceptual que reúne, en sí mismo, todo lo que hay que saber sobre teatro, sobre culquier modalidad de teatro, desde el más antiguo, desde el proto teatro, hasta la última comedia musical estrenada en Brodway.

La aplicación práctica de esta enseñanza fue, realmente, divertida, por la creatividad espontánea que surgió en los ejercicios. Los alumnos, en cola, debíamos salir al estrado de uno en uno, repetidas veces, y cada vez, que fueron muchas, decir un texto diferente, inventado, acompañado de acciones físicas, unas veces, rectas, otras redondas, répidas, mediadas y lentas, y con las diversas combinaciones que el largo ejercicio, de casi hora y media permitía.

Yo recurrí, en una de esas veces, a la definición de anarquía que tanto aprecio...'Amigos...que es la anarquía' y un colega, Amón, me dijo al terminar, --tío, eso que has dicho es de Bakunin?.--Que vá, es mío..--Pues parecía de Bakunin, oye...

En otro momento, recurrí a la memoria precaria de una  página del blog..--Cármen, Cármen es una casa residencial como las que hay en Granada. En uno de esos cármenes nació Lorca, a quien luego liquidaron en un paredón, por la desidia de los hombres..

Hubo improvisaciones de todo tipo, chistosas, líricas, yo recurrí en otro momento a aquello de 'Entre la adelfa y la jara/ de verde sombra lunar/ tú eres para mi la arena/ yo soy para ti la mar, y eso de Aleixandre, 'Entre tus piernas suaves nace un río, un río que navego eternamente', otros colegas dieron una intencionalidad política actual a sus improvisaciones.

En fin, sin exagerar, un extenso catálogo de citas, chascarrillos, ocurrencias y pensamientos, que dieron fé del ingenio de la gente de teatro que frecuenta esa sala. Hasta el punto de que una alumna nueva, que vino de oyente y ya se ha matriculado, licenciada en matemáticas, me comentó, luego, en la parada del autobús, cuando iba a tomar ella el 31, yo, el 19, 'Yo, como soy de números, me he quedado alucinada al ver lo 'literarios' que sois todos'.

Una experiencia teatral, la de la clase de ayer, para no olvidarla.

En el escaso tiempo en que permanecí en la terraza de La Fuente, con Isa y Cármen, nuestra memoria húmeda por la lluvia de ayer, evocó el viejo balneario de Las Arenas, en la Malvarrosa, antes de que construyeran allí un hotel de lujo. Antes de aquello, los pobres íbamos a pasar el día al balneario y por poco dinero, alquilábamos el mobiliario de playa, mesas y sillas. En mi caso, nos reúniamos cuatro adultos y cuatro niños alrededor de la mesa. Luego aparecía Walkyria, que venía en taxi, cargada con dos bolsas que contenían los guisos que había estado trabajando dos días para todos, sus caracoles con jamón y judías verdes eran exquisitos.

Walkyria, cuando percibió que le quedaba poco de vida, nos invitó a todos a paella de langosta en el restaurante de las Arenas, en un acto de despedida, muy emotivo. Fué citar el restaurante de Las Arenas, y mi memoria húmeda me trasladó al momento en que hice de figurante en la peli Tranvía a la Malvarrosa.

Basada en una historia de Manuel Vicent, a quien, durante el rodaje vi paseando por la calle donde estuvo el cine Princesa junto al escultor de Castellón, Ripollés, que ha llenado nuestros espacios urbanos con sus alegorías falleras.

En la peli, el capitán general Rios Capapé, jefe militar de la plaza, entra en el balneario en un coche descubierto, en compañía de una guapa morena de alquiler, precedido por una compañía de soldados que desaloja a los clientes del restaurante, de una boda, creo recordar, para eludir compañías molestas mientras se solaza con la morena.

Los invitados salen corriendo del restaurante, perseguidos por las bayonetas. Uno de esos invitados, soy yo. En la última escena de la peli, aparece un elegante caballero, vestido con un traje gris de 60.000 pelas de los de El Corte Inglés, sentado en un velador en el balneario, leyendo el periódico, acompañado de dos chorbas. Soy yo.

Aquella experiencia de figurante, al repetírse tanto las escenas, tal vez dejó fijada en mi conducta la afición por sentarme en una mesa de café, acompañado de dos mujeres. No sé.

En fin. El Show del Dentista.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 19 10 16.

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