domingo, 2 de octubre de 2016

POST PRÓTESIS

Tengo perturbadas mis facultades dentales, sí. He dicho dentales, no vayan a pensar..., hasta el punto de que ayer en la sierra --hola, de nuevo-- solo pude malcomer medio muslo de pollo asado y empaquetado por Mercadona.

Esto es así, 'por activa y por pasiva', como diría algún político de los de ahora, aunque lo del cava fué peor, cuando me llevé al gaznate la primera copa de Cabré-Sabaté-Brut, elaborado por Jaume Serra.

Durante años he sido un fiel consumidor de ese cava --me encanta el pollo con cava a las tres de la mañana, incluso a cualquier otra hora-- que me ha proporcionado buenas satisfaciones gustativas, hasta hoy.

El tamaño de las burbujas indicaba, claramente, que, de método tradicional, nada. El brebaje que me llevé a la boca, protegido por la inscripción en la etiqueta, Método Tradicional, era un vulgar vino blanco gasificado tan cargado de carbónico, que era imposible beberlo.

Un vino gasificado muy bien disfrazado de cava, con un embotellado y un etiquetado excelentes, pero cualquier parecido entre los textos de la etiqueta y el contenido de la botella, es comparable a las diferencias entre el PSOE que gobernó en sus años más o menos gloriosos, y el PSOE de ahora mismo. Una puta estafa.

No descarto que algún competidor malintencionado de Cabré-Sabaté, haya extraído el contenido inicial de la botella y la haya rellenado con ese brebaje, para hundir la marca. Menos mal que nuestros vecinos de la sierra, además de proporcionarnos el material Led que les habíamos solicitado, expertos en alimentación como son, nos han sugerido que, la próxima vez, probemos el cava Vintage, y abandonemos nuestra lealtad al Cabré-Sabaté.

Tal como le sucede ahora mismo al país, que está en trance de abandonar las marcas de la Transición, para entregarse a otras marcas políticas, de las que nada sabe, porque nunca han sido saboreadas. Lo que los finos llaman 'ìncertidumbre'.

Mis vecinos de la sierra son unos tipos de fiar, muy majos, pero nunca sé que piensan de sus preferencias políticas. No sé si están del lado de los constitucionalistas, así llaman ahora a quienes han empujado a Sánchez para que se defenestre contra las rocas, después de un azaroso vuelo sobre el vacío, lo que no impide a mis vecinos tener una buena relación, incluso una colaboración activa con el jóven alcalde socialista de un pueblo del área metropolitana de Heliópolis.

Los constitucionalistas, al parecer --no estoy seguro, por encontrarme en la sierra, lejos de los focos informativos-- desean colaborar a la perpetuación del predominio de la marca pepera, la organización político criminal más persistente del país.

Mis vecinos de la sierra tienen una gran bandera constitucionalista ondeando en su tejado, que funciona como un avisador meteorológico que informa de la dirección de los vientos, de su origen geográfico. Hoy duda entre señalar el poniente o el sur, como origen del viento serrano que cambia sus flujos alternativos.

Por suerte, hemos recogido la cosecha del almendro. Bueno, la ha recogido mi mujer, encaramada al corazón del árbol, con grave riesgo de su integridad física. 'Bájate de ahí, mujer, por Dios, que te vas a romper la crisma, y me vas a dejar sin tu pensión'.

Nuestros vecinos de la sierra son muy buena gente, disfrutamos de su entrañable vecindad desde hace un par de décadas, pero nunca, hasta la mañana de ayer, habíamos sostenido con ellos una conversación de tres horas. Para mi mala fortuna, pues, con cada uno de mis argumentos, se me caía la prótesis dental.

Que coñazo, no?, esto de tener perturbadas las facultades dentales.

En fin. Post Prótesis.

P.S. Un apunte para un chiste gráfico: Susana, la andaluza, estornuda, su dentadura sale volando y decapita a Sánchez, que está frente a ella. No sé dibujar. Lo siento.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 10 16.

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