sábado, 1 de octubre de 2016

EL TEMBLEQUE

Por fin me he dado cuenta de la causa de que hayan desaparecido, en una semana, los síntomas del temblor esencial que padecía. Desde hace tiempo sufría ese síndrome que provocaba, por ejemplo, que en la terraza de La Fuente, al servirme el café del tiempo Paco, en lugar de dejar el vaso de café para que yo lo trasladara al recipiente con hielo y limón, lo hacía el mismo, después de añadir el azúcar y removerlo, o sea, un servicio completo del café con hielo, porque, si lo hacía yo, el café salía volando del vaso por el temblor de la mano derecha, y alguna vez fué a parar, involuntariamente, al rostro de Paco, el camarero.

Otro inconveniente que me daba ese síndrome es que, en ocasiones, he debido intentar colocar media docena de veces la contraseña en la pantalla del ordenador para acceder a Internet, sin conseguirlo, o he debido pedir a mi mujer que me marque un número de teléfono porque yo he sido incapaz de hacerlo, sin repetir tres veces la misma cifra, esas cosas.

Cuando estuve con el médico de familia para contarle el problema y pedirle soluciones, el galeno, partidario de la medicina natural, me dijo que podría recetarme betabloqueantes, pero que no me lo aconsejaba porque su efecto de rigidez era peor aún que lo del tembleque, así que me aconsejó tomar un vaso de vino tinto en ayunas, por lo del etanol que contiene.

Así lo hice durante varios meses, si bien en alguna ocasión noté una ligera mejoría, no se consolidó. Ayer me sorprendí, al levantarme, y observar que el temblor ha desaparecido por completo.

En la página de ayer apunté que tal vez el salmón que cené o las endorfinas del coito conyugal que disfruté, podrían ser la causa de la desaparición del síndrome tembloroso, pues no. Acabo de darme cuenta, con la lucidez de las seis de la mañana, que hace, justamente, una semana, que no tomo carbonato de litio, por no mezclarlo con los antibióticos que me recetó el dentista.

Sin duda, es la ausencia de litio en mi cuerpo lo que ha determinado que desaparezca el temblor. El litio se prescribe porque tiene un efecto estabilizador del ánimo. Yo lo estuve tomando durante treinta años, porque me diagnosticaron un trastorno psicótico que, ahora, después de diez años de jubilación, estimo que no fue otra cosa que el resultado del estrés laboral, que me produjo unas crisis sucesivas que determinaron el tratamiento, porque desde que no curro, estoy como una rosa de la psique, y de todo lo demás, a excepción del temblor que padecí hasta hace una semana.

El litio tiene un indudable efecto estabilizador en síndromes de variación extrema del ánimo, casi siempre estacionales, pero también tiene un terrible historial de efectos secundarios de todo tipò, descritos sobre todo en Estados Unidos, incluyendo la pérdida de algún miembro del cuerpo.

Yo no había tenido ningún problema con la ingestión de litio, cada seis meses me hacía una analítica para conocer su valor en sangre y controlar que no alcanzara valores tóxicos, hasta que surgió esto que el médico llamó temblor esencial.

Ahora he comprobado, empíricamente, sin lugar para la duda, que al dejar de ingerir el litio durante una semana, el tembleque ha desaparecido para siempre,ya puedo servirme yo el café del tiempo, llamar por teléfono y entrar en Internet, y no pienso volver a tomarlo en lo que me quede de vida.

No lo hagan ustedes en su casa, tomar litio, o dejar de tomarlo, sin la oportuna consulta médica, no quisiera sentirme responsable de algún error ajeno, porque lo que es bueno para una naturaleza determinada, no tiene porqué serlo para otra.

Solo espero, además de no temblar, dormir un poco más, porque tiene narices que esté escribiendo en el blog a las seis de la mañana, en lugar de sobar tranquilamente en la cama hasta la hora de ir a tomar café a La Fuente.

Por cierto, hoy no voy a ir, porque nos vamos a la casa de la sierra. En la página de ayer, afirmé que este fin de semana no iría, por aquello de que vale más una hora con Cármen que un día en la sierra. Resulta que nos ha llamado un vecino de allí, de la sierra, que ya tiene el pedido que le encargamos para sustituir el material eléctrico de la casa por Leds, y mi mujer ha decidido, de acuerdo conmigo, que vayamos a hacernos cargo de el, lo instalemos, y convirtamos la casa campesina en algo parecido a una discoteca. En fín.

Pues, nada más, dentro de un rato salimos hacia la sierra, así que no habrá mas entradas nuevas en el blog, hasta el lunes, o hasta que me apetezca escribir otra, mientras tanto, los usuarios del blog pueden acceder a las antiguas que son, sin duda, las mejores.

Acabo de releer la primera entrada de 'Doña Elisa y sus siete faldas', y me parece una de las buenas.

Un saludo cibernauta.

En fin. El Tembleque.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 1 10 16.

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