jueves, 7 de junio de 2012

BERENJENAS REINA

Después de dejar medio terminada la entrada de hoy, 'Noche Tropical', he acompañado a mi mujer a una dependencia municipal para apuntarnos, ambos, a los servicios de termalismo urbano del año que viene, y ella, que es mas activa, a un centro próximo donde acude a las sesiones de gimnasia.

Al regreso, en el autobús, he cometido la imprudencia de comentarle los contenidos de la página de hoy y, enseguida, me ha conminado a cambiar la relación parental que aparecía, vinculada a un caso de hipocondría, por una relación vecinal. Si tu mujer te pide una cosa así, lo mas prudente es obedecer con prontitud, sin rechistar, para evitar que la indiscreción parental se convierta en conflicto matrimonial. Eso es exactamente lo que he hecho. He ido a la cocina para asegurarle que ninguna relación de parentesco aparecía ya en el texto de la entrada de hoy, y me he encontrado con mi libro de cocina 'Las Recetas de Encarna', autoeditado, claro, abierto por la página 17.
(...)
Encarna estaba cocinando berenjenas, pero no unas berenjenas cualquiera, esas que la última vez que las probé me llevaron a una sensación del gusto absolutamente celestial. Berenjenas Reina.

Como soy un despistado, no me percaté, en nuestra última visita al mercado, que Encarna se había provisto de cuatro berenjenas de buen tamaño, 2 pechugas de pollo, 100 gramos de jamón cocido, lo necesario para preparar 1/2 litro de bechamel, una bolsa de queso rallado, una porción de mantequilla. La sal y la pimienta la tenía en casa.

Hoy la he visto cortar las berenjenas en dos mitades, a lo largo, vaciarlas y reservar las pieles enteras, freír la pulpa, cortarla a trocitos y reservarla. Luego ha sofrito las pieles. Ha hecho la bechamel, ha añadido las pechugas, previamente cocidas, y el jamón, troceados, luego ha añadido la pulpa de berenjena, ha salpimentado y ha rellenado las pieles enteras con la mezcla obtenida.

Luego las ha cubierto con mantequilla y el queso rallado y las ha puesto en el horno, previamente calentado, quince minutos.
Las ha acabado con el gratinador, dejando la superficie dorada y crujiente.
Puede parecer complicado, pero todo es ponerse. El secreto está en la bechamel, si está en su punto, el éxito está asegurado.
En cuanto a la presencia de salsas y mantequilla en el guiso, no es algo que contemplemos habitualmente, pero, por una vez, ¿quien se va a enterar?
He de aclarar que esa receta que es parte del libro citado, procede de un curso de cocina de mas de cuatrocientas horas, impartido por el Inem, al que Encarna asistió cuando la echaron, junto a sus compañeras, de la guardería donde trabajaba.

Encarna nunca llegó a ejercer de cocinera en ningún establecimiento hostelero, pero de vez en cuando abre el libro y pone en práctica alguna de las recetas que aprendió.

Hoy le ha tocado a las Berenjenas Reina. Le salen de puta madre. Pues eso.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7-06-12.

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