COPIAS

He bajado al bar de los locos con la intención de tomar café y comprar el periódico en el quiosco de al lado, pero he vuelto a subir en seguida sin tomar café y sin el periódico, solo con el tabaco. La razón es que, de camino al bar, me he cruzado en la acera con dos personas, una mujer y, sin duda, su hija, tan idénticas, tan exacta la duplicidad de sus rasgos, el dibujo de las cejas, la expresión entera de su rostro que, de pronto, he caído en la cuenta de que solo somos copias y esta evidencia, tan contraria a mi argumento habitual de la singularidad, de la unicidad del ser, de que no hay dos personas iguales, me ha inducido la necesidad de pensar un poco mas sobre esta realidad, a pesar de que hoy pensaba escribir sobre el Siluro. De hecho, tengo un borrador guardado que cuenta mi primer encuentro con el pez Siluro en el embalse de Mequinenza, durante un inolvidable viaje que hice al Bajo Aragón, hace unos veinte años.

Pues nada, aparco lo del  Siluro, vamos con lo de las copias.

'Levante' de ayer lleva en la 61 la noticia de que 'La Comisión de Propiedad Intelectual ha iniciado ocho procedimientos de salvaguarda....Los responsables de las 8 web demandadas y las páginas de enlace tienen un plazo de 48 horas para llevar a cabo la retirada de los contenidos...' El texto de la noticia no usa en ningún momento la palabra copia, pero está claro que se trata de la aplicación de la ley posterior a Sinde para la protección de los 'propietarios' de contenidos objeto de copia no autorizada.

No soy particularmente entusiasta del derecho de propiedad mas allá de los bienes necesarios para la supervivencia de cada uno, pero, dado mi egocentrismo extremado, la única página que visito es la mía,por lo que podría decir, en plan frívolo, que esa disposición legal que impide la copia no me parece bien, ni mal.

Sin embargo, esta movilización legal contra los procesos de copia en el mundo virtual, cibernauta, webero, o como quiera llamarse, me parece una amenaza, de momento sutil, que podría extenderse a otros aspectos de la vida. Imaginen que esta prohibición de la copia se trasladara al mundo real, -- perdón, tan real es lo virtual como la realidad misma-- quiero decir a la escala biológica de la reproducción humana.

Prohibidas las copias. El mundo, es decir, los seres humanos, desapareceríamos enseguida del planeta, pues, si somos simples copias, como he descubierto esta mañana, y no seres únicos y singulares como creía, alguien se arrogará enseguida la propiedad del derecho de copia para evitar, por ejemplo, la existencia de mineros combativos, que jamás serían replicados por la vía genética, para evitar molestias al imbécil, tonto del culo, si, ministro de industria de turno, que ha generado un conflicto innecesario con su poda salvaje de la minería del carbón, que habría necesitado de una acción mas sutil y gradual para su reestructuración.

Seguro que han visto ustedes las imágenes de esa batalla épica, en la que unos mineros hacían huir a la Guardia Civil, después de una estrategia guerrera como la de las Termóphilas, o las de la Policía Nacional trepando por la montaña, con la misma ingenuidad de las tropas españolas que entraron en los desfiladeros de los escarpados montes canarios, antes de ser atacados por los guanches.

Otro tonto del culo, el ministro de Interior, ha pedido moderación, antes de que se produzca una desgracia. La desgracia es haber nombrado a un tipo como el de industria, por cierto, canario, con aire de chulo putas,para resolver un asunto tan delicado como el de la falta de condiciones en la minería del carbón para competir en los mercados.

La desaparición de un sector entero, también exige inversiones alternativas para ofrecer a los afectados una vida digna, no hablo de subsidios, sino de otras inversiones que permitan a las comarcas afectadas emprender otro modo de vida. Esto exige una visión de largo plazo, que debería haberse acometido hace veinte años. Si no ha sido así, no se puede descargar solo en una parte implicada todo el coste del error,y menos con la brutalidad desplegada por este gobierno.

Copias. Si la heroica resistencia de los mineros del carbón pudiera replicarse, con el oportuno permiso de sus propietarios, al resto de la población, no habría soportado esta una sucesión de gobiernos imbéciles que nos han traído a una situación que, atendiendo los análisis de los medios de comunicación, tanto los pro gubernamentales, como los que lo parecen menos, es cada día mas insostenible.

En fin. Copias.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 20-06-12.