jueves, 14 de junio de 2012

EL ÚLTIMO CONCIERTO

He bajado a por el periódico y me he quedado a leerlo junto al portal, así no hay conflicto, que si es tuyo o del bar, público o privado, a ver si acabas, que me toca a mi, esas cosas, cuando la presi de la comunidad, que iba a rehabilitación aunque aún esta buenorra --una vez le sugerí si quería un novio a ratos, pero no se atrevió, esas cosas pasan-- se ha detenido y, sin que yo se lo pidiera, aunque debo dos cuotas mensuales, me ha dado toda clase de información sobre el estado de la vida comunitaria.

Que ha dejado una copia de la póliza de seguros del edificio en un banco, para  conseguir una prima mas barata, que está negociando la conservación del ascensor con otra firma para ahorrar, que va a pedir un segundo presupuesto para la rehabilitación de la medianera, en fin,  toda una comparecencia parlamentaria, no como Rajoy, de quien dicen que la prensa extranjera recoge sus gestos chulescos y contradictorios, o como el Supremo Dívar,  a quien Pilar Garcés dedica hoy su columna en la última de 'Levante'.

Por lo demás, en la primera se dice que 'Miles de jóvenes se quedan sin tarjeta sanitaria' y que 'Sanidad suprime el aliño de las ensaladas'. Porque pueden, suprimo yo el aliño de las ensaladas en las comidas familiares de los martes y salgo en 'La Traca' , me niegan el saludo y me ponen un capirote para que, cuando baje al bar de los locos, se rían --más-- de mi.
(...)
Bueno, pues esto no es nada, al lado de lo que he escuchado en la radio cuando he subido a casa para escribir estas chorradas. De momento, me ha parecido que retransmitían un partido del fútbol europeo, pero no, andaban con no se que de Moody`s --debe ser una casa de modas de París-- que se metía con el largo de la falda de la deuda española, luego que la prima de riesgo está por las nubes, y el Ibex 35, que no se lo que es, se movía unas décimas, arriba o abajo. Yo no se lo que es el Ibex 35, pero recuerdo perfectamente que en los años buenos estaba en los 16.000 puntos, ahora, por una mierda de décimas, la gente se mesa los cabellos, porqué, si lo gordo ya ocurrió, ha perdido casi diez mil puntos, y nadie se fija, en cambio andan tomando la fiebre al enfermo cada diez minutos, que si una décima arriba o abajo. Que maniáticos somos, no?.

Total, que ayer asistí al último concierto de la temporada de primavera en la capilla desacralizada de La Nau y, como no tengo ni puta idea de música, ni de casi todo lo demás, me pareció un descubrimiento. Cuando 'La Dispersione', así se hacen llamar los músicos que actuaron, de los que luego hablaré, atacó el tercer tiempo del 'Concerto XVIII per flauta en Fa major', una obra de 1700 de Francesco Mancini,  me produjo un efecto de iluminación al percibir en su estructura melódica un parecido asombroso con la música hecha dos o tres siglos después. Me pareció notar que esa música, emancipada de las reglas de la música sacra, se movía ya en el mismo terreno melódico profano que podemos reconocer en los cantantes italianos de los años cincuenta del pasado siglo.

Luego, en el Allegro, volvieron a aparecer las concesiones a las preferencias mundanas de la demanda social de la época,  en forma de ritmos de danza sin duda construidos a la medida de las convenciones del ligue entre las damas y los caballeros de la época, que quizás las ejercieron en los salones de los palacios barrocos sicilianos, tal vez el de Donnafugata, entre otros. Sin embargo, escuché tres acordes, tres, idénticos al arranque del 'Lago de los Cisnes', que cosa, no?.

Los de 'La Dispersione' --hago uso del programa de mano-- se juntaron en 1.999, han publicado un par de discos, recurren a los instrumentos antiguos, flauta, violines, viola, clavicémbalo, y el conjunto está formado por David Antich, Luís Osca, Josep Ribes, Juan Perfecto Osca, Ignasi Jordá, dirigidos por Joan B. Boils y, desde mi  ignorancia,  me pareció una actuación brillante, un buen broche de cierre de la temporada, aunque espero que sea el último de junio, pero que la temporada se vuelva a reanudar, no nos dejen aquí, también, sin el aliño de la ensalada porque la vida, sin un poco de aliño musical, es mas sosa.

Sospecho que nos vamos a quedar sin el aliño del verano en La Nau, dado el estado de las obras del edificio, pero, a cambio, el Centro del Carmen ofrecerá el ciclo 'Serenates 2012', una serie de seis conciertos  del 25 al 30 de junio, que abrirá la Filarmónica, con la participación de 'Botifarra' y Capella de Ministrers, y cerrará el Orfeó Universitari.

Eso está bien. Que no falte el aliño, porque la música fúnebre que suena cada día en la radio cuando transmiten la situación financiera como si fuera un partido de fútbol en el que la selección española va perdiendo, no puede ser la única oferta en el panorama musical, ni dar la sensación de que se trata del último concierto al que vamos a asistir.

En fin. El Último Concierto.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 14-06-12.

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