LA PELOTA FINANCIERA

Hoy estamos de canguros, en la playa. El agua del mar está deliciosa. La playa me pone de buen humor, no como ayer, que  casi me dio un ataque de hidrofobia al ver el telediario. Por suerte, ya estoy mejor. Ahora me parto de  risa al recordar las tonterías, las chorradas que unos y otros extienden sin pudor en relación con eso que no aciertan a nombrar con precisión, la ayuda financiera condicionada de la Unión Europea al Estado español. Se entiende, no?.
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Casi lo mas cómico que he visto y oído estos días ha sido el busto hierático y monjil de Cospedal llamando perroflauta, ¿O fue Pero Grullo?, a Almunia, como si ella, Cospedal, fuera una experta en economía financiera aplicada, o en química inorgánica.

Lo de Pero, lo entiendo, porque Almunia es el que mas peros pone, a riesgo de ser tildado, como lo ha sido, de anti patriota, frente a los eufemismos que los populares ponen  en circulación sobre la ayuda financiera de la Comunidad Europea.

Lo de Grullo --el macho de la grulla, supongo-- le va mas a Rubalcaba con sus demandas con la boca pequeña de medidas a favor del crecimiento económico, y a los representantes de los sindicatos mayoritarios que reivindican, con gran ingenuidad, que estos recursos financieros se trasladen a un mayor crédito disponible a las empresas y las familias.

Todos mienten, en la medida en que no nos cuentan toda la verdad.

Por otro lado, las hienas y los lobos de la manada de las grandes empresas no financieras, rugen y aúllan reclamando su parte en un botín que, a mi juicio, y el de los mercados, es prácticamente inexistente, como trataré de demostrar a continuación. Antes, me permitiré dar unos brochazos sobre los mercados y las 'pelotas financieras'.

Los mercados no han hecho ni puto caso de la euforia desatada por el rescate financiero del sector bancario
español mas flojo. Los mercados, además de parecer fuerzas impersonales, ciegas y especulativas, están constituidos por señores que piensan y disponen de unas fuentes de información infinitamente mas fiables que las nuestras, los ciudadanos de a pie. Si siguen con sus presiones que afectan a la bolsa, a la prima de riesgo, y eso, debe ser, digo yo, porque saben algo que nosotros ignoramos.

Un signo de que  tal vez pueda ser así, es la actitud de la Unión Europea respecto a la ayuda financiera a España. ¿Cuando un prestamista le da prisas al deudor para darle dinero? Parece insólito, no?

Para tratar de entender esto, he debido volver al viejo concepto de 'pelota financiera'. Una 'pelota' o efecto financiero, es un medio para aplazar el vencimiento de una obligación financiera a la que no se puede hacer frente. Cualquier modesto promotor inmobiliario sabrá de lo que hablo.

Cuando se aproximan vencimientos a los que no se va a poder hacer frente, el deudor acude a su banco y, de común acuerdo con la Entidad, firma una nueva letra de cambio, a un plazo mas largo. El banco la descuenta y con ese dinero se hace frente al pago vencido. Es una ficción, porque el banco consigue evitar el fallido, pero es con su propio dinero, y los balances del deudor y el acreedor presentan mejor imágen, sin molestos reconocimientos de pérdidas por fallidos. Se gana tiempo, pero todo sigue en el aire.

Un poco farragoso, ¿no?. Pido disculpas, ahora intento ser mas claro.

Los demás bancos europeos, unos mas que otros, son acreedores de la algo maltrecha banca española por el mucho dinero que les prestaron en la época loca de la especulación inmobiliaria, y es de suponer que una parte que no puedo cuantificar de ese dinero todavía se les debe. Supongamos que la falta de liquidez de algunos bancos españoles les impide hacer frente a esos vencimientos. ¿Que hacer?

Aquí aparece la gran pelota financiera que todos los medios de comunicación tienen entre manos estos días,
en forma de ayuda financiera condicionada de la Unión Europea al Estado español, cuya principal función, según mi parecer, es evitar los quebrantos al resto de la banca europea en caso de impago, evitar el contagio
generalizado que podría derivarse del siempre peligroso efecto dominó que pueden producir estas delicadas situaciones.

Ni siquiera Almunia, al que se tilda de anti patriota, se ha atrevido a cuantificar que parte de los fondos del rescate, ¿un 30, 50, 80%?, deberán dedicarse a la consolidación de la deuda de nuestro sistema financiero con el resto de los bancos europeos. Ahora que lo pienso, tal vez yo reciba algún comentario tildándome de traidor, por revelar lo que parece un secreto de Estado.

La cuestión no es accesoria porque, según sea la cuantía que va a volver enseguida a los prestamistas para tapar agujeros, toda la retórica sobre los efectos de la ayuda en  el crecimiento y en la disposición de mayor crédito a las empresas y los consumidores, podría quedar en puras palabras huecas.

¿Porqué, en lugar de tanta chorrada y tanta tontería, alguien solvente no nos explica que parte de la ayuda va a ser aplicada, directamente, a satisfacer las obligaciones con los demás bancos europeos, y cual va a ser de auténtica libre disposición para nuestras necesidades? No sé.

Ustedes me dirán, con toda razón, --Y tú, que no tienes ni puta idea de química inorgánica, ¿como te atreves a formular una hipótesis con tan débil andamiaje?

Acepto, honestamente, que nada se de química inorgánica. De la orgánica, si, como todos. Anoche hizo tanto calor que no se podía dormir. En la duermevela, algún proceso de química orgánica desencadenó
en mi una reacción fisiológica en forma de incómoda erección, de la que solo me pude librar revirtiendo ese proceso. No pienso decir como lo hice.

En fin. La Pelota Financiera.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26-06-12.