Acabo de regresar de la sierra, un lugar que ofrece serenidad y sosiego y, después de comer un filete con ensalada, pongo la tele, sintonizo la cadena pública y dos figuras que aparecen en el telediario generan tal alteración en mi metabolismo, que me veo obligado a desahogarme en esta página, para tratar de contener los espumarajos que pugnan por salir de mi boca.
(...)
Arturo Fernández --no es el actor-- y Juan Rosell, son los empresarios que personifican ahora el poder de la patronal, antes en manos de Díaz Ferrán, llamado por mi en el blog, el calvo de la C.E.O.E., quien tuvo que dejar el cargo por las muchas trampas que lo ahogaban, después de haber estafado a un sin numero de aspirantes a viajeros que se quedaron en tierra por la quiebra de Marsans y de su línea aérea, y no se cuantos líos mas, objeto de varias querellas.
Podría parecer que los cambios en la cúpula de la C.E.O.E. responden a una mejora respecto a lo que había, pero escuchas los discursos de Rosell y te documentas un poco sobre la relación crediticia entre Fernández y la Caja madrileña, y comprendes que una variante del principio de Peter, la sustitución de un mal ejecutivo suele dar lugar al nombramiento de otro (otros) peores, es de exacta aplicación a este caso.
Se puede imaginar a Rosell y Fernández, asistiendo a una reunión privada, saludándose con un beso en la mejilla y hablando con un lenguaje críptico, solo apto para iniciados, fijando las bases de su estrategia para la semana. En el caso de Fernández, esa estrategia pasaría por la obtención de créditos privilegiados de las entidades financieras políticamente afines. Hoy se ha dado a conocer que los ejecutivos de una Caja gallega usaron ese privilegio relacional para arreglar sus jubilaciones, ocultándolo al Banco de España.
No me parecería raro que Arturo Fernández fuera el siguiente en la lista de los querellantes, pues todo el asunto de Bankia ha destapado muy diversas, y cuantiosas, operaciones obtenidas a través del favor y del privilegio.
En cuanto a Rosell, cada vez que su imagen aparece en el telediario, me produce una rara ensoñación. No consigo verlo vestido como realmente aparece, sino que lo veo, invariablemente, vestido con una casaca de principios del siglo XVIII , con calzas y muchos perifollos en la camisa, y una peluca muy parecida al peinado que realmente lleva.
Su discurso anti social, tan retrógrado, tan anterior a la revolución francesa, es lo que sin duda favorece esa ensoñación mía. No es que Rosell me parezca, solo, reaccionario, es que el Príncipe de Salina, aquel a quien se le atribuye aquello de 'es necesario que algo cambie, para que todo siga igual', al lado de Rosell parece un progresista, pues trata de conservar lo que hay, mientras que Rosell, al menos en su discurso, va en dirección a la edad de piedra, cuando formula su programa para el marco laboral en España, 'que sea el mas flexible de Europa', es decir, el mas precario, y con salarios mas bajos.
Empezando por Díaz Ferrán, siguiendo por Arturo Fernández --de Rosell no me consta, aún, ninguna operación privilegiada aprovechando su estatus-- resulta que los tipos que están o han estado en la cúpula empresarial son unos puros sinvergüenzas, carne de querella y de juzgado, si se queda la cosa ahí, pero Rosell, con su estrategia de retroceso a un sistema de puro dominio anterior a la revolución francesa, debería ser consciente de como acabaron los cuellos de las camisas emperifolladas que llevaban sus homólogos por aquel tiempo. Como la civilización actual es menos cruenta que la de entonces, si mete la pata, solo pediremos su dimisión, pero, si tal cosa sucediera, tendríamos un nuevo problema.
¿Como evitar que, por el principio de Peter, los nuevos representantes de la gran empresa española, no los que están ahora defendiendo los intereses de las concesionarias de las autopistas --veremos cuantos miles de millones de euros nos quieren echar a la espalda-- sino los que les sucedan, sean aún peores que los anteriores.?
Si a ustedes se les ocurre algo para evitarlo, por favor, comuniquen sus ideas vía comentarios.
Ufff...ya me encuentro mucho mejor, no me sale espuma por la boca, ni nada, no hay nada como un desahogo incruento, después del filete con ensalada.
En fin. El Consejo de la Mafia.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25-06-112.
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