RECICLAJE

Después de escribir la página 'Cela', he bajado a un banco soleado del parque a fumar un cigarrillo. Me gusta hacerlo después de terminar la tarea  cotidiana en el blog,-- soy un emprendedor auto exigente en mi tiempo de ocio--  para despejarme de la escritura y del encierro en mi gabinete de trabajo.

La voluptuosidad con la que yo expelía el humo del cigarrillo ha debido llamar la atención del ciclista que llevaba una enorme carga de chatarra en la bici y se ha detenido frente a mi. Me ha pedido tabaco y fuego, con un acento que me ha parecido centro europeo. Que digo, centro europeo, en mi puta vida he estado en centro Europa, lo digo para eludir el tópico, ucranio?, rumano?
 (...)
Lo cierto es que, en un arranque de inspiración, mientras le daba fuego al ciclista le he preguntado, ¿Lo haces para un patrón, esto de recoger la chatarra? --Sí, a veinte céntimos el quilo, ha respondido. --Debe ser un negocio tremendo para tu patrón, comerciar con toda esa chatarra. El hombre se ha alejado murmurando sobre la falta de otras oportunidades de trabajo, y a mi me ha dejado pensativo, elucubrando sobre el negocio de recuperación de la chatarra, al parecer en manos discretas y ajenas, que intuyo que puede cifrar, según al ámbito que alcance, miles de millones de Euros.

¿Han observado ustedes que tenemos en la calle contenedores para recuperar papel, cartón, y plástico, pero ninguno para recuperar chatarra? ¿Porqué? Debe ser porque hay una red de Ecoparques que están para que los usuarios lleven allí la chatarra y se recupere. Pero, ¿van allí, realmente?.


Sospecho que no todos los usuarios se molestan en ir allí. El otro día vi, en la ladera del monte, cerca de la casa de la sierra, en pleno pinar, un salón completo, si, con sus sofás, su mesita, su lámpara de pié, esas cosas. Los que lo tiraron allí, no habían ido al Ecoparque.

¿Saben como persiguen China y otros grandes países emergentes, el control sobre las materias primas, cada vez mas escasas, recicladas o no?, no solo las tratan de controlar, las acaparan. Las necesidades de materias primas han convertido en una cuestión estratégica el acceso el mayor volumen que se pueda adquirir de reciclados metálicos.



¿Han visto ustedes cuantos recicladores, que trabajan para patrones discretos y desconocidos por los medios de comunicación deambulan por las calles?. Al menos, en la calle donde yo vivo veo unos cuantos cada día, y todos ellos, a juzgar por mi breve charla con el ciclista de hoy, tienen un patrón que organiza el reciclaje, reparte las zonas, y se queda con la mercancía. A veinte céntimos el quilo. Sospecho que mi estimación del volumen del negocio,  a nivel continental, miles de millones de euros, no es exagerada.


Dejando aparte conceptos como el ecologismo, el consumo responsable, los límites del crecimiento y esas cosas, parece una aberración que un negocio de miles de millones no sea controlado por los municipios, por el Estado, por el ministerio de Medio Ambiente, por el cura de la parroquia, yo que se, para que esos recursos se empleen del mejor modo, en lugar de que vayan a llenar los bolsillos de patrones discretos y desconocidos, invisibles, que al parecer, ahora mismo, ejercen el monopolio del reciclado de los residuos metálicos.


No propongo dejar sin ingresos a los actuales recicladores callejeros, nada de eso. Que las instituciones les paguen un céntimo mas por su trabajo y que comercialicen ellas la chatarra.


¿Será una solución mejor a la situación actual? Y yo que se. No se una palabra de esto. Si ustedes saben algo, opinen vía comentarios. Gracias.


En fin. Reciclaje.

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 5-06-12.