jueves, 21 de junio de 2012

VERANO OPACO

Es costumbre en este blog, desde su apertura, recibir la llegada del verano con un rito pagano, la celebración de la carne joven que se muestra en todo su esplendor coincidiendo con el cambio estacional, una de cuyas manifestaciones es la reducción de las pieles textiles que todos nos ponemos encima de la propia, para defendernos del cruel aumento de la temperatura y la humedad que acompaña el estío, sobre todo en las ciudades mediterráneas.

 Este año, sin embargo, voy a centrar esta celebración en la luz, que ayer alcanzó su máximo anual, de tal modo que a las ocho de la tarde parecía que fueran las cuatro. También en la sombra, su contrario, porque, a partir de ahora los días se irán acortando de modo imperceptible, pero inexorable, llevándonos a la oscura opacidad que sigue a la celebración de la luminosidad de la vida, de nuestra vida, de todas las vidas.

 (...) ¿Porqué la luz? No solo porque he bajado a fumar un cigarrillo junto al portal, y el brutal golpe de la luz en los ojos ha hecho que me retirara enseguida, sino porque el otro día estuvimos en el Centro del Carmen y se anunciaba una exposición del pintor de la luz. Una enorme banderola que colgaba en la fachada del museo anunciaba una exposición de Sorolla y Zuloaga. La Luz y las sombras. 

 Atraídos por el reclamo, entramos en el museo, preguntamos por la exposición, que resultó estar junto al segundo claustro, y al visitarla nos encontramos con la sorpresa de que la tal exposición consta de dos cuadros. Uno de Sorolla, no el mejor, y uno de Zuloaga, una patata. Hace falta tener la cara dura para montar una muestra con dos cuadros y darle bombo con una gran banderola, a menos que sean, no sé, La Gioconda de Leonardo y El Grito de Munch, o un Picasso y un Velázquez, de los mejores, pero poner lo que han puesto en la sala, solo se justifica por el empeño en mostrar esa oposición entre contrarios, las sombras en Zuloaga, el tópico de la luz, en Sorolla. Pero puestos a hacerlo, hay que elegir mejor las obras que se van a exponer.

 Aunque, quizás, el hecho de que se presente una exposición de Sorolla en el San Pío V,lo explique. Puedo imaginar como se ha negociado el asunto --Préstame un Sorolla, uno cualquiera, porque no tenemos un duro y así salvamos las apariencias.

Cuando salimos del museo, la presencia de la luz mediterránea, esa que caracteriza la pintura de Sorolla, nos golpeó los ojos con gran violencia, hasta el punto de que nos refugiamos en la sombra de la terraza del café, frente al museo, para librarnos de ese exceso de claridad.

Un acto reflejo, en busca de la opacidad, que caracteriza la conducta del gobierno de Rajoy en este verano terrible, calamitoso en lo económico, y opaco en lo político, pues no solo los pacientes ciudadanos se preguntan por la falta de claridad del presidente, sino que lo hacen los mandatarios del G-20, le piden, de manera explícita, no solo que sea claro, sino que se aclare, lo que parece mas grave, pues da a entender que el exceso de opacidad que manifiesta corresponde a una confusión de juicio.

No todo es tan patético en el exceso de luz que lleva a nuestros gobernantes a un exceso de opacidad. Ves la tele y los anuncios de cosméticos son un canto a la luminosidad de la piel, ofrecen potingues mágicos que prometen un brillo casi incandescente, fosfórico, en la piel femenina y, en las playas, la presencia de las muchachas verdes, amarillas, azules, en sus breves ropajes que las visten/desnudan, certifica la euforia de la juventud, con sus lomos tostándose al sol de las seis de la tarde, en un celebración lúdica de la llegada del verano. 

El verano ya está aquí. Este año lo celebramos, además de con el aura luminosa de las pieles femeninas, con la conducta sombría y opaca de nuestros políticos. Sorolla y Zuloaga, si. Después de todo, el comisario de la mínima exposición del Carmen ha tenido la perspicacia de captar la esencia del tiempo que vivimos. Oposición entre luces y sombras.

 En fin. Verano  Opaco.

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 21-06-12.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios