lunes, 4 de junio de 2012

QUÍTATE TÚ, PARA PONERME YO

Ahora ya estamos en condiciones, algo tarde quizás, para evaluar los contenidos de los planes económicos y las promesas electorales --ambiguas, cuando no ocultas-- con las que la derecha española concurrió a las últimas elecciones, que pueden reducirse a una sentencia de cinco palabras, 'Quítate tú, para ponerme yo'.

 Tal vez la euforia de los sondeos que auguraban una mayoría absoluta al PP,a costa de la nefasta gestión de la segunda legislatura de Zapatero, hizo que trataran como un trámite los planes económicos para después de la victoria política.

 O quizás se sentían muy capaces de resolver los problemas del país. Una parlamentaria ha desvelado la respuesta de Montoro, cuando ella le recriminó la oposición destructiva del PP en aquel tiempo 'Que España se hunda, nosotros la levantaremos'.

 La realidad, además de desvelar la gravedad de la situación política, económica, financiera y social del país, después de la gestión política del PP en estos cinco meses, ampliamente descrita en el editorial y las páginas de opinión de El País, presenta algo novedoso en nuestra reciente historia, nunca antes una formación política había perdido su crédito electoral, a pesar de disfrutar de una mayoría absoluta, en tan poco tiempo.
(...)
Enumerar los errores de bulto del gobierno de Rajoy no es tarea fácil. Aunque han sido recurrentes y palmarios, han sido tantos, que es difícil inventariarlos. Me limitaré a los que han sido señalados por personalidades de prestigio internacional.

Montoro, el ministro de Hacienda, cuya responsabilidad mas urgente era atajar el déficit público, ha cometido el error garrafal de hacerlo solo por el lado del gasto, con lo que las cifras de la economía han empeorado aún mas. Mas que un error, ha sido un empecinamiento ideológico, que le ha llevado a ignorar otras políticas, señaladas por algún Nóbel, ahora por algún presidente elegido, que han insistido en una política de reactivación de la demanda que, al generar mas ingresos, habría saneado el déficit, sin perjudicar tanto la economía, sin excluir la búsqueda del óptimo en ciertos gastos.

Guindo ha conseguido algo que parecía, cuando ganaron las elecciones, imposible, cargarse de forma chapucera la confianza en nuestro sistema financiero, poniéndolo al borde del abismo, desautorizando al gobernador del Banco de España y recibiendo el correctivo nada menos que del Banco Central Europeo por su política descabalada.

La gestión del ministro de exteriores, de la que se habla menos, no ha sido menos nefasta. No supo negociar bien las nacionalizaciones de dos grandes empresas españolas en latino América. Tal vez por eso, ha decidido que su ministerio no participe en la defensa de los intereses de nuestros pescadores en su contencioso con Gibraltar. Y, digo yo, usted perdone, ¿para que queremos un ministro de exteriores que negocia mal, o no negocia.?

Me canso, la verdad. Prefiero una mirada mas amplia, mas general, sobre este problema. Los políticos de la transición consiguieron, después de muchos esfuerzos, en una situación mas grave que la actual, recuérdese el acoso de ETA, una inflación del 18%, elevar la política partidaria por encima de las tentaciones mezquinas cotidianas a un nivel de política de Estado que terminó por dar estabilidad a este país.

¿Que tenemos ahora? Para mi sorpresa, hasta quienes defendían con ardor al Partido Popular como alternativa a la nefasta segunda legislativa de Zapatero, muestran su asombro, su falta de conformidad por el uso que está haciendo el Partido Popular de su mayoría absoluta, que ha conseguido deteriorar la situación política, económica, financiera, y social, tanto la que percibimos desde dentro, como la que perciben fuera,
hasta límites que desconocíamos. Todo esto es , en buena medida, síntoma y resultado de una política partidaria mezquina, de la que esta ausente la necesaria visión de Estado

El editorial de El  País de hoy, apunta la urgencia de que los partidos resuelvan la crisis institucional, Llera llama a un verdadero pacto nacional de los dos grandes partidos que restaure el consenso, y El Acento, el editorial informal, pone de manifiesto que no son solo los dos grandes partidos los que están tocados por la corrupción. María Antonia Munar, de un partido menor, Unión Mallorquina, ha estado controlando el gobierno balear desde esa minoría entre 1983 y 2010, y el fiscal le pide ahora 6 años de prisión.

Asombra, después de una mirada a esta realidad convulsa, el escaso valor que tiene el voto que emitimos, cuando nos lo piden, en esta democracia demediada.

En fin. Quítate tú, para ponerme yo.


.LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 4-06-12.

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