martes, 6 de octubre de 2009

EL JARDÍN DE HELIÓPOLIS

PREFACIO

Me inicié en el Blog el 15 de Enero de 2007, con una crítica ácida a un sociólogo de aquí que publicó en la prensa local de entonces, un panfleto en favor de la primera edición de la Fórmula 1.
Desde entonces me he metido, con el Partido Popular y algunos de sus dirigentes, Mariano Rajoy, Aguirre, la marquesa consorte, González Pons, --tiene la cabeza gorda, ¿eh?- con sus colegas en el partido y el gobierno de Heliópolis, Camps, Costa, Fabra, Cotino y con algunos directores y directoras generales y consellers de su gobierno que no merecen siquiera ser nombrados aquí.

A Ignasi Pla, secretario general que fue del PSPV, lo he tachado de imbécil por un suelto que publicó en la prensa en el que venía a decir que la causa de que la oposición socialista no alcanzara el poder aquí se debía al bajo nivel cultural de buena parte de sus electores, en lugar de a la propia estulticia de su partido. A su partido lo he identificado como una formación ruinosa, que es algo menos radical que lo que han dicho recientemente de esa organización algunos de sus militantes.

En cuanto al gobierno socialista que gobierna con escaso acierto en Moncloa, han pasado por estas páginas, Zapatero, su ministro de Trabajo cuando empezaba y aún no tenía fina la lengua, Pajin, que me parece una persona francamente inmadura para las tareas de gobierno. Los ministros económicos y su pobre política económica y fiscal, en especial, Miguel Sebastián, a quien, ignoro porqué, le tuve cierta ojeriza desde que se expuso por primera vez en los medios públicos y privados.

En el plano internacional arremetí contra Bush, aunque otros lo hicieron con mayor eficacia, y me alegro de que la suma de sus actos políticos y el modo en que fueron recibidos por la opinión pública le hayan borrado del mapa informativo. En una comida familiar me enteré el otro día de que el abuelo de Bush hizo negocios con Hitler. No se si la fuente es fiable, pero si nos ponemos a mirar con quien hizo negocios el abuelo de Aznar, podría salir cualquier cosa.

Quiere esto decir que el Blog se ha decantado, en buena parte, por la crítica política, nacional, internacional y autonómica, y casi siempre en contra de los neo conservadores, sin excluir el escrutinio de acciones, estrategias o declaraciones con origen en la supuesta izquierda, que intenta conservar esos rasgos ideológicos que su política contradice en ocasiones.

También me he metido, en repetidas ocasiones, con la Banca y los banqueros, con los patrones y sus voceros, con las Farmacéuticas y sus negocios, y con otros sectores; con los grupos alimentarios, con algún presidente de club de fútbol, algún juez, y hasta con Google.

No es de extrañar pues, que al cabo del tiempo transcurrido, uno tenga una cierta sensación de saturación y de haber estado componiendo una especie de revista digital del corazón, pues la opinión que expresa ahora mismo la mayoría de los españoles: no les gusta lo que hace Rajoy, no les gusta lo que hace, y no hace, Zapatero, y no parece gustarles la España que vislumbran, viene a reconocer el plano de virtualidad en el que se se mueve la crítica, sin apenas efectos perceptibles en los criticados.

Eso tal vez indica que los destinatarios de todo el aparato crítico volcado desde todos los medios, televisión, prensa, Internet, destinado a influir en las políticas y en los poderes criticados, lo han recibido durante todo este tiempo como el contenido de uno de esos programas del corazón que opina sobre como se visten o adonde se van de vacaciones los sujetos de su atención.

Es decir, que el sentido crítico ha devenido, tal vez por su banalización y su universalidad, en un mensaje frívolo, trivial y ha perdido su eficacia, si es que la tuvo alguna vez. Así, los criticados se han blindado contra ese aluvión de trivialidades y no se han apartado ni un ápice de sus designios, en ocasiones, para mal.

Es por esa razón que he decidido apartarme por un tiempo –sin precisar mas-- de ese ruido trivial, frívolo, banal, y dedicarme a algo de mayor contenido. En adelante voy a dedicarme a reescribir, en directo, un libro que duerme en el cajón desde hace cuatro años, 'El Jardín de Heliópolis' La experiencia me dicta que la actividad de reescribir siempre deja un poso que mejora lo anterior,pule los defectos, renueva los contenidos y perfecciona las formas. Es algo que no se puede afirmar que suceda con la actividad crítica. A la vista de las opiniones de los españoles ahora mismo, los esfuerzos críticos de los últimos cinco años de quienes están verdaderamente bien informados, no parece que hayan tenido demasiado éxito.

“EL JARDIN DE HELIÓPOLIS”

I

“Concluido el tercero de sus libros, todos ellos inéditos, pensó llegado el momento de terminar su incursión de escritor secreto con una cuarta entrega, porque sentía la intuición de que el tiempo no le daría para mas. La pareció oportuno situar el arranque del libro en un jardín del lugar literario que había asomado tímidamente en su trabajo anterior y esa idea le dio el título que debía ponerle, El Jardín de Heliópolis....

(CONTINUARÁ).

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 6-10-09.

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