sábado, 29 de enero de 2011

EL TERCER HOMBRE

Anoche vi, en el cable, solo parcialmente, porque ya estaba empezada cuando la pillé, 'El tercer Hombre' una película que yo creía escrita y dirigida por Orson Wells. y los de Wikipedia afirman que dirigió Carol Reed y que fue escrita por Graham Green.

Antes de saber esto, yo estaba dispuesto a afirmar que, no estando este film tan encumbrado en las listas como 'Ciudadano Kane', me parecía una lección tan magistral de buen cine, que no entiendo porque ha caído, en relación con otras de menos mérito, en un relativo olvido. Después de conocer quien la dirigió, y quien la escribió, sigo pensando igual, aunque Welles solo interviene, junto a Joseph Cotten, como actor.

(...)
Para empezar, la banda sonora, es absolutamente magistral. No solo esos acordes que quedaron fijados en la memoria de la generación que se inició en el cine con el blanco y negro, sino toda la partitura musical que subraya con perfección, con una economía de medios asombrosa, cada momento de la película y que tiene un aire de música contemporánea que se adelantó medio siglo a su tiempo.

En cuanto a la imagen, el uso de las luces y las sombras le da un sello a la película de carácter expresionista que, acompañado de la composición de muchos de los planos, consigue que el film tenga en muchos momentos una textura pictórica.

Quiere esto decir que, formalmente, 'El Tercer Hombre' es un producto claramente artístico, pero las cosas que dicen los personajes, en ocasiones, tienen tal enjundia --se nota la presencia de un escritor de raza, como fué Graham Green-- que convierten la película en una obra total, donde la expresión formal es solo un soporte para algo de mucho mas contenido.

La puesta en escena, la Viena arruinada por la guerra, con las montañas de escombros invadiendo sus calles, la presencia de las cloacas en el desarrollo de la acción, una metáfora de la sordidez de los negocios sucios del protagonista, el tráfico de penicila adulterada en la Austria ocupada por las fuerzas aliadas, después de la derrota del nazismo, en 1.949, y el carácter nocturno de los escenarios, una oscuridad casi permanente, le dan un sello tenebrista, casi solanesco, a esta obra de arte del cine en blanco y negro, aunque quizas deberíamos decir, en este caso, en negro y blanco.

Hay algunas secuencias, y algunos planos, verdaderamente soberbios. El gatito que escapa de la casa, sale a la calle, y se detiene junto a los zapatos de Harry (Welles) que permanece oculto en la sombras, hasta que alguien abre una ventana y la luz la da de pleno en el rostro, es sensacional. El plano final cuando Cotten renuncia a tomar un avión que le sacará de Viena, para intentar otra vez un acercamiento sentimental a la ex novia de Harry, y el modo en que esta pasa a su lado, sin mirarlo, sobre el fondo casi pictórico de un camino flanqueado por árboles, es uno de los mejores finales que he visto, aunque antes (Chaplin) y después, se ha repetido muchas veces.

El texto de Green tiene muchos hallazgos coherentes con su categoría literaria. La respuesta de la ex novia de Harry al primer acercamiento de Cotten, es de antología.
--Si me preguntaran si es usted rubio o moreno, no sabría que contestar-- le dice ella en una declaración demoledora sobre su invisibilidad.

La conciencia ética de Green está muy presente en los diálogos entre Harry y Cotten
en la noria del Prater, y en el tratamiento del asunto central de la película. Cuando Cotten le pregunta a Harry como ha sido capaz de cometer le felonía de traficar con penicilina adulterada, que ha causado muertes y deformaciones a un sinfín de enfermos, entre ellos niños, Harry mira hacia abajo, le hace notar que las gentes que pasean son semejantes a las hormigas, y le pregunta a su antiguo amigo si el no haría lo mismo si, por cada hormiga muerta, percibiera veinte mil dólares.

El tratamiento moralista y ético de Green no cae sin embargo en el maniqueismo, pues el personaje del escritor interpretado por Cotten, no está exento de ambigüedad. Su antigua amistad con Harry le impide denunciarlo. Después de otra buena secuencia, la de su visita al hospital donde están los niños deformes, a los que en ningún momento se ve, aunque la muerte de uno de ellos se sugiere a través de la retirada de un peluche de su cama, le decide a colaborar con las autoridades que buscan a Harry, pero su gesto de matarlo personalmente tiene la doble interpretación de si está haciendo justicia, de acuerdo con su código ético, o simplemente está eliminando el estorbo que le impide acercarse a la antigua novia de Harry.

Graham se burla, me parece a mi, de esos personajes seudo intelectuales, escritores mediocres, que intentan personificar una carga ética, moralista, pero cuando llega el momento, resultan tener un precio, en este caso, el precio es una mujer, y para mas escarnio, una mujer del todo indiferente a las aspiraciones de quien vende a su amigo por conseguirla.

He aquí una película, contemporánea, por su banda sonora, expresionista, casi pictórica, por el estilo de sus imágenes, con un guión de una solidez literaria considerable, que plantea una doble lectura, la de la trama que esta sucediendo, y la de los valores implícitos en las conductas de los personajes.

Hacía mas de veinte años que no visionaba esta película. Es curioso. La película es la misma, pero yo debo haber cambiado. No recuerdo que al verla por primera vez me causara tan honda impresión. Intenten pillarla en el cable, y juzguen ustedes mismos.

En fin. El Tercer Hombre.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 29-01-11.

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