martes, 11 de enero de 2011

LENTO

"He bajado al Maravillas y en el camino todo se desperezaba con una lentitud Guilleniana. La vida es lujo y va muy lenta. Mientras la luz comienza a insinuarse entrando desde el mar con una cadencia de película antigua, los objetos urbanos muestran su perfil dividido, un lado dominado por la claridad creciente, el otro oculto por la oscuridad declinante.
(...)
Las calles están aún vacías y su silencio evoca el de aquel promontorio rocoso de Denia, en un lejano otoño, en compañía de unos amigos muy queridos, cuando mi espíritu aún era barroco, antes de que una tormenta emocional me sacudiera por dentro con un fragor de olas rompiendo la piedra, que todavía hoy escucho, cuando presto atención a la marea que habita mi interior.

Ni un solo vehículo transita por las calles y a la lentitud del tiempo se suma el insólito silencio urbano, habitado a lo lejos por los trabajadores de la limpieza mas madrugadores, que arrastran un carrito y recogen las hojas caídas de las acacias.

El seto central de la amplia avenida que cruzo en mi camino al Maravillas está salpicado de mínimas gotas de rocío, que parecen quietas pero, en realidad, se mueven, con la lentitud de un caracol.

Lo que solemos percibir como quietud, tal vez obedece, en realidad, a nuestra incapacidad para notar la sensación de movimiento, cuando el desplazamiento del objeto observado es tan extremadamente lento que no lo vemos. La sentencia de Galileo, E pour si muove, y, sin embargo, se mueve, podría evocarse añadiendo una palabra, Y, sin embargo, TODO se mueve.

La lentitud es también una actitud, en el sentido de la ausencia de prisa, de no aceleración, y yo creo que tiene efectos en nuestro modo de estar en el mundo y en el tiempo.

Si el tiempo de una vida humana es finito, aunque indeterminado, el único modo que tenemos de 'estirarlo' con un sentido placentero, es la lentitud, tal vez por eso existe un movimiento de 'ciudades lentas', exentas de ajetreo, de ruido, de largos recorridos en transportes públicos que acortan el tiempo de la vida placentera, de prisas.

Entiendo que a la mayoría de la gente les parezcan aburridas.A mi,después de haber disfrutado, hoy, de la lentitud placentera y silenciosa de un momento fronterizo entre la luz y las sombras, la verdad, me gustan.

El tiempo es lujo y va muy lento. Esta frase es de Jorge Guillén. Antología poética.
Lo demás es mío, y de ustedes, claro."

Ya se ve que he madrugado. Hoy dejo descansar los periódicos y la política.

De nada.

En fin. Lento.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 11-01-11.

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