viernes, 7 de enero de 2011

METEORÓLOGOS

Es la segunda vez que leo, en el transcurso de unos pocos días, las opiniones de los meteorólogos que escriben en esa pequeña columna de la penúltima de 'Levante' que se titula 'El Comentario' y, primero Moltó, y ahora Uriarte, se declaran escépticos negacionistas sobre un tema que me interesa mucho, el cambio climático.

¿Son escépticos, o están a sueldo de un algún lobby?, como el ínclito Toharia, que dirige el Museo de la Ciencia, donde no se practican las ciencias, y se de fuente fiable que recibe dinero del lobby nuclear desde hace la tira de años.

Ya se que les parecerá un poco extraño que me detenga a leer una columnita al final del periódico que no lee casi nadie, pero soy así de raro, quizás porque desde que leí a Günther Grass, su concepción geológica del tiempo, su obsesión por la próxima glaciación, despertó mi curiosidad por las cosas del clima a largo plazo, eso que estudian los climatólogos, que no todos los meteorólogos han estudiado, ni entienden, porque ellos son mas del corto plazo, del tiempo que hará en dos o tres días, esas cosas, y sus opiniones sobre el clima suelen apoyarse en las series estadísticas, demasiado cortas, de los episodios meteorológicos.
(...)
Así, Uriarte, en el 'Levante' de hoy dice, nada menos, que el CO 2 es una cosa cojonuda, que no envenena. Hombre, claro, no es como la picadura de una víbora, vale, pero su efecto en la temperatura por una acumulación excesiva en la atmósfera hay consenso científico de que puede tener efectos a largo plazo.

Es un poco chocante que, cuando la comunidad internacional está tomando acuerdos para reducir las emisiones de CO2, este bobo diga que, como al tragarlo no pasa nada, pues el no se cree que su aumento contribuya a provocar un cambio en el clima.

Esta chorrada que dice Uriarte es tan acientífica, que no merece la pena detenerse mas en desmontarla.

En cuanto a Moltó, basándose en esas series estadísticas tan cortas de que disponen los meteorólogos, tambien afirmaba el otro día que el aumento de la frecuencia e intensidad de los episodios extremos del clima, que están causando graves daños en diferentes zonas, los episodios de lluvias torrenciales, sequías y aumentos de la temperatura, son fenómenos naturales sin que puedan atribuirse a ningún efecto de la actividad humana. Vale.

A estos dos los mandaba yo de observadores junto a una expedición científica de las que están sacando muestras del hielo ártico, de hace miles o millones de años, para que se enteren de lo que es una evidencia material de la evolución del clima, que visiten los glaciares, y luego que acompañen, en un buque oceanográfico, a los oceanógrafos que investigan los efectos del deshielo en la corriente del golfo, o los de la contaminación en el golfo de México, pero claro, cuando volvieran habrían dejado de ser simples meteorólogos, y yo no tendría ya a quien dar caña.

Mejor que se queden donde están, que cobren su nómina del lobby que sea, si es el caso, y si no que sigan con sus tésis negacionistas en el casino de su pueblo, que allí seguro que los tienen por sabios especialistas en cuestiones de clima.

Siempre que leo o escucho a alguien negar los efectos del cambio climático, observo que sus argumentos son pueriles, que carecen de base científica, solo denotan una hostilidad hacia quienes defienden la teoría del cambio climático, porque consideran que favorecen unos determinados intereses económicos.

Seguro que hay sectores, las energías renovables y otras actividades emergentes, a los que la idea del CAMBIO les favorece económicamente, pero si los negacionistas no aportan argumentos científicos mas sólidos que los de la comunidad científica, que los está reuniendo cada vez con mayor rigor, extensión, y evidencias, no justifican el sueldo que les pagan los lobbys, en el supuesto de que sea ese el caso, por su militancia negacionista.

En fin. Meteorólogos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-01-11.

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