LA FUENTE

Declaro inaugurada la República Independiente de Fumadores de la Red, invito a todos aquellos que se quieran sumar a mi llamamiento en la página 'Terrazas' a comenzar el año sintiéndose mas libres, menos sumisos, a que declaren su rebeldía contra los gobiernos, contra todos los gobiernos, contra sus políticas hipócritas, represivas, a que manifiesten su indiferencia por Rouco y sus secuaces, por su apología del matrimonio canónico y las familias desmesuradamente numerosas, porque nada de lo que predican la iglesia y los políticos nos hará mas felices.

Escribo esta página todavía bajo los efectos de la euforia que me ha producido esta tarde encontrar un reducto de felicidad. La Cafetería La Fuente, muy cercana a mi casa, tiene una hermosa terraza orientada al Sur, donde el sol esplendente, que hoy
ha elevado las temperaturas por encima de los veintidos grados en Heliópolis, calienta a todos sin discriminación alguna. A fumadores, y no fumadores, a payos y gitanos, religiosos y agnósticos, matrimonios canónicos y parejas rejuntás, homos y heteros, lesbianas y enemigas del feminismo, libertarios y gentes convencionales incapaces de percibir los beneficios de la libertad personal para la causa cívica.

Declaro solemnemente que no volverá a pisar, al menos por las tardes, ningún bar que no disponga de terraza abierta, abajo el Maravillas y el bar de los locos, viva La Fuente.

Todos los males que nos aquejan, es una opinión, se derivan de las insuficiencias de los sistemas de partidos políticos, que son incapaces de incorporar a sus objetivos el enfoque de la mirada libertaria. La mayoría de sus militantes lo saben, saben
que la democracia que estamos ejerciendo, lastrada por las perversiones del sistema, es incapaz de proporcionar una mínima cuota de felicidad a los ciudadanos, pero no tienen cojones para abandonar esas organizaciones gastadas, obsoletas, y dedicarse
a trabajar por una sociedad mas justa y mas libre, menos hipotecada por las relaciones de poder.

Algunos piensan que, sin partidos políticos representativos, volveríamos a la dictadura, pero eso no es así. En la era de Internet, nada impide la participación activa de los ciudadanos en el quehacer público, y un sistema de referendo permanente a través de la Red sobre las cuestiones que nos afectan, con un equipo mínimo encargado de realizar nuestra voluntad ciudadana, en lugar de miles de diputados ociosos, que normalmente no dan golpe, y cuando se reúnen es para tirarse los trastos a la cabeza, o para acordar un régimen de pensiones específico para sus señorías, que es un insulto a los ciudadanos, a quienes se demandan sacrificios.

Digámoslo alto y claro. La democracia representativa actual es una puta mierda, y las dictaduras todavía mas. Clamamos por un sistema representativo moderno, ágil y eficaz, eficiente en la toma de decisiones, donde los ladrones y los sinverguenzas, no tengan cabida, y los representantes de los lobbys estén representados solo en la justa medida para que todo funcione. A la altura de lo que exigen los tiempos, porque estamos en el tercer milenio, y todo sigue funcionando como en el siglo XIX.

Es posible, solo falta que los once millones de fumadores nos declaremos en rebeldía, constituyamos nuestra república independiente, y pongamos las bases para un orden libertario, asumiendo la vanguardia de una comunidad renovada. ¿Una utopía?. Pues bien, defendamos la utopía. Y que no nos digan que eso no es posible porque el orden internacional no lo permite. Se trata de construir un nuevo orden internacional, y alguien tiene que empezar.

Asi que ya lo saben, quienes compartan esta pasión por la libertad, por enterrar el viejo orden, por inventar una nueva manera de vivir, pueden adherirse a la nueva República vía comentarios. De su respuesta depende la libertad y la felicidad de la comunidad de fumadores, y de los no fumadores que compartan estos objetivos, que aquí no excluímos a nadie.

Esperaré ansioso la respuesta a esta llamada. Mientras tanto, esta tarde iré a casa de unos amigos, a jugar al Continental. Cuando llegue, intentaré darle un beso en la boca --un beso con lengua, de fumador, que asco-- a mi amiga casada por la iglesia, y convencerla de que hagamos una comunidad a tres, porque el amor libre no es lo menos importante de la vida libertaria.

En fin. Viva la República Independiente de Fumadores de la Red. A la mierda las viejas estructuras políticas heredadas del siglo XIX.

Pues eso.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 2-01-11.